"Pozos de San Andrés" llevan 20 días quemándose
Casi 20 días de pesadilla llevan viviendo los habitantes de la Villa San Andrés, en Pudahuel.
Claro, porque a pocos metros de las casas hay dos enormes pozos excavados en la década de 1980, para contener el exceso de aguas lluvia, pero que hoy, tras la construcción de un colector, aparecen como inútiles para la comunidad.
Es más, estos espacios se han transformado de hecho en un vertedero clandestino y, según denuncian algunos vecinos, hasta de la Muni han ido a botar basuras.
El atado es que el fin de semana del 9 de octubre se produjo en uno de los forados un tremendo incendio que intoxicó todo el sector.
Al lugar llegaron Bomberos y Carabineros, y los chicos buenos le pusieron color para apagar las llamas, pero como el recinto cuenta con una reja protectora, debieron hacer la pega desde lejitos.
Pero como la basura en descomposición genera gases, cada día hay un nuevo foco de fuego y el humo vuelve a invadir las casas, con el consecuente riesgo para la salud de guagüitas y ancianos.
“Ese fin de semana estaba todo lleno de humo, y no era el olor de cuando se quema pasto o madera, sino que era súper tóxico”, le contó a Yeims Pop una vecina.
El Agente 004 acudió a los “pozos de San Andrés” tras el deseperado llamado de don Luis Ladrón de Guevara, uno de los residentes que ya estaba chato con la constante humareda.
“El problema es que la basura sigue quemándose día y noche”, plantea el hombrón.
Un poco más allá otra vecina saca la voz para denunciar que por culpa de la contaminación debió hospitalizar a su bebé.
“Además de mi guagua, acá en el sector hay muchos niños con bronquitis obstructiva, dolor de cabeza y de guata”, añade.
Don Luis señala que aunque se le ha pedido al alcalde de Pudahuel, Johnny Carrasco, que proceda a rellenar los pozos porque ya no son necesarios, hasta la fecha no ha pasado nada y el lugar permanece como un potencial foco de enfermedades, “porque los guarenes lo han convertido en su territorio”.
Y por si fuera poco el atado con los roedores, no faltan los malandras que saltan la reja para tomarse unos copetes o fumarse unos pitos.
“Cuando oscurece las mujeres ya no pueden circular con tranquilidad por acá”, asegura.
Para los habitantes de la Villa San Andrés la solución ideal es que los pozos se rellenen y en el lugar se hagan plazas que mejoren la calidad de vida de los vecinos.
SIN BILLETE
En la Muni juran que cachan el problema, pero no poseen el billetón para solucionarlo.
"La Municipalidad no tiene los recursos tanto financieros como técnicos para evaluar la magnitud de este tema", planteó el alcalde Johnny Carrasco.
Por lo mismo, dijo que espera la respuesta que le tiene que dar el gobierno regional a la solicitud de fondos que se le realizó.
Lo que sí tiene clarito el guaripola es que rellenar los pozos no es una solución realista, "porque ambos prestan un importante servicio. Después que se construyó el colector no ha habido una gran lluvia como la de 1982, por lo que de producirse los pozos resultarán vitales para que el sector no quede bajo el agua", argumenta.
Respecto de la contaminación ambiental que viven los vecinos, el caporal precisó que "estamos esperando cómo evoluciona este tema de la emanación de humo y gases tóxicos, pues si no se arregla voy a declarar estado de catástrofe".
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