El ex vicecomandante en jefe del Ejército, general (r) Santiago Sinclair, fue procesado por el juez Mario Carroza, como presunto coautor del homicidio y desaparición en el mar de cinco opositores al régimen de Pinochet, en 1987.

La resolución del magistrado también se extiende al general (r) Hugo Prado, ex jefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), y al coronel en servicio activo Marcos Bustos, a los que imputó el mismo delito.

El coronel Bustos, que según la investigación participó directamente en la detención de las víctimas, se desempeña como Jefe del departamento de Planificación de la división de Logística del Ejército.

Los tres oficiales fueron acusados por los asesinatos de Manuel Sepúlveda Sánchez, Gonzalo Fuenzalida Navarrete, Julio Muñoz Otárola, Julián Peña Maltés y Alejandro Pinochet Arenas, todos ellos integrantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).

Según la investigación, en una reunión previa al ilícito se coordinó que los cinco militantes del FPMR, que permanecían en un centro de detención de los organismos represivos, fueran lanzados al mar desde un helicóptero del Ejército.

A Sinclair, que en la época era el segundo en el mando del Ejército y mano derecha de Augusto Pinochet, se le atribuye haber asistido a la reunión en la que se decidió la suerte de los cinco detenidos.

Los tres militares, tras ser notificados de su procesamiento quedaron bajo arresto en el Batallón de Policía Militar de Peñalolén, en Santiago.

Sinclair, de 80 años, ocupó el segundo cargo en el Ejército tras Augusto Pinochet hasta 1989, y perteneció en ese período a la Junta Militar, integrada por los jefes de las distintas ramas de las Fuerzas Armadas y que detentaba el Poder Legislativo.

Después de la restauración de la democracia en 1990, Sinclair fue designado senador en representación del Ejército, hasta 1997.