Crónica

Profe le hacía chupete a cabro chico

Una ardiente profesora de 40 pepas fue formalizada ayer por la Fiscalía Centro Norte capitalina, acusada de mantener relaciones sexuales con uno de sus alumnos de sexto básico, de sólo 12 años de edad.

El caso que involucra a María Eugenia Darrigrande Moreno, separada y con una hija mayor, se remonta a fines de 2007, luego que el peque S.L.S. confesara a su madre el drama que estaba viviendo. La mami estaba cachuda porque el niño había cambiado su conducta, se mostraba nervioso e incluso había intentado suicidarse cortándose las venas con un cuchillo.

RECOLETA

El 23 de noviembre de 2007 el cabro no aguantó más y le contó a su progenitora que la "polola" que visitaba era su profe, la señorita María Eugenia.

A la señora casi se le cayó el pelo y, tras enterarse de los detalles que le entregó su vástago, montó en la yegua cólera y se fue de una al colegio municipalizado de Recoleta, donde estudiaba su hijo.

Tras la denuncia, al director del colegio no le quedó otra que entregar los antecedentes a la Fiscalía Centro Norte, que designó a la fiscal Lorena Barudi para investigar el caso.

La profe, en tanto, siguió trabajando como si nada a cargo de la Unidad Técnica Pedagógica del cole. Sólo en abril de este año, en virtud de un acuerdo entre las partes, la gozadora maestra dejó la pega.

REGALITOS

Tras ser interrogado por la fiscal, S.L.S. contó la pulenta. Dijo que la profe comenzó a acosarlo y que en agosto del año pasado le regaló para su cumpleaños una billetera con una foto de ella y una carta en la que le declaraba su amor.

Y como del dicho al lecho hay poco trecho, a partir de septiembre la relación tomó otro cariz. Con la chiva de "hacerle un reforzamiento", la abusadora se llevó al broca a un depa en el centro capitalino -que no es su domicilio- donde le hizo poner los ojitos blancos.

El pitufo, preocupado por el mote, trató de terminar la relación diciéndole que le gustaba una niña de su edad, pero la devoradora lo engrupió con que estaba embarazada.

Aparte de la confesión del niño, la fiscalía allegó mensajes de texto que le enviaba al celular, el testimonio de otros profes que había cachado la situación y un reconocimiento del departamento por parte del menor.

Darrigrande, que niega todo, quedó en prisión preventiva mientras dura la investigación.

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