Este viernes, el intendente de la Región Metropolitana, Felipe Guevara, junto a la seremi de Salud RM, Paula Labra, y Carabineros llegaron hasta el "otel" Buda, situado en la comuna de Recoleta.

Diversas denuncias por parte de los vecinos motivaron la visita de las autoridades, donde fiscalizaron al recinto por incumplimiento de las medidas sanitarias y, además, arrendar dormitorios por horas durante la cuarentena.

De hecho, en el lugar de los hechos, se encontró a unos tortolitos: él tenía permiso… pero para trabajar en otra comuna; ella, nada.

El intendente Guevara sacó el habla y aseguró que han recibido varias denuncias "y dentro de ellas la de este motel por lo cual la policía verificó la situación durante tres días". Así, confirmaron que ingresaban parejas a desquitarse por tres o cuatro horas y luego se decían adiós, aun cuando el administrador del recinto asegura que contaban con la patente para funcionar como hotel.

Sobre las medidas, la autoridad informó que "el recinto quedó con prohibición de funcionamiento, una pareja fue detenida, y se abrirá un sumario sanitario, exponiéndose a una multa de $50 millones y la clausura".

La seremi Labra, en cambio, explicó que "este motel está arrendando habitaciones por hora, lo cual no se puede realizar en cuarentena. Si estuviesen alojando viajeros con sus permisos correspondientes no habría problema, porque estaría funcionamiento como hotel, situación que acá no ocurre".