Con un apretón de manos entre el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, y el vocero del movimiento social por Aysén, Iván Fuentes, finalizó ayer la conversa entre ambos bandos y que tiene como promisorio fin chantar el conflicto en la XI Región.

Tan pulenta y provechosa fue la reunión, que de un paraguazo se sellaron dos compromisos: el primer punto es un acuerdo para crear una zona franca especial para la región extrema, algo exigido por la Mesa Social de Aysén.

El otro punto es la modificación al sistema de bonificación que se le entrega a los empleados, es decir que cada vez que cante Gardel, la platita llegará directamente al bolsillo de los trabajadores.

"Este es el resultado de un trabajo conjunto en donde todos los integrantes han hecho su aporte y que nosotros como Gobierno de Chile valoramos significativamente", soltó Larroulet, quien además anunció que durante la semana se hará otra mesa de trabajo en Aysén para debatir más temas que afectan a la XI Región.

Sobre el acordeón, Iván Fuentes, el vocero aisenino con pinta de metalero de los 90, indicó que "uno de los temas más importantes era el de los combustibles, y la verdad analizamos la posibilidad de una zona franca. Ahora hemos llegado a ese acuerdo y estamos muy complacidos y contentos de lograrlo, porque era un anhelo de la Patagonia".

Tras el acuerdo entre el Gobierno y los ayseninos, se ordenó la salida de las Fuerzas Especiales de Carabineros de Aysén, mientras que los habitantes de la región levantaron los bloqueos en el puente Ibáñez.