Quién es Gabriel Boric Font, el nuevo Presidente de Chile

Con solo 36 años, el nuevo mandatario vivió toda su niñez y adolescencia en Punta Arenas, frente al estrecho de Magallanes. Cuando entró a estudiar en la U. de Chile, no pensaba que su rumbo giraría hacia la política. En 2008, ganó la presidencia del centro de estudiantes de su carrera por solo cuatro votos. “Esos votos determinaron toda mi historia”, recordó sobre ese momento, tras el cual vendría el líder estudiantil, el diputado y, finalmente, La Moneda.

Podría decirse que es el Presidente improbable.

Con solo 35 años, Gabriel Boric Font cumplía justito con la edad mínima para ser candidato a La Moneda, convirtiéndose así en el mandatario más joven en la historia de Chile.

Pero no solo eso, sino que el oriundo de Punta Arenas, Región de Magallanes, en más de una elección, se ha encontrado con la adversidad... al menos cuando de apoyo popular se trata.

En diciembre del 2011, en la carrera por convertirse en presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), se enfrentaba a una rival que corría como gran favorita: Camila Vallejo (PC) —hoy, la nueva ministra vocera—. “Nos dijeron que era imposible ganar”, recordó meses atrás con el diario pop.

Finalmente, en una ajustada votación, triunfó.

Boric como estudiante en 2011.

Hasta inicios del 2021, su candidatura no convencía dentro del Frente Amplio, incluso sonaba el diputado Marcelo Díaz (Unir) como carta en las primarias del pacto Apruebo Dignidad. Para colmo, cuando quiso presentarse ante el Servel como abanderado, solo a horas de que acabara el plazo consiguió las 34 mil apoyos que necesitaba

“Nos dijeron que era imposible, pero aquí estamos”, declaró en Twitter por aquel entonces el abanderado del partido Convergencia Social. “Superamos la cantidad de firmas”.

Luego, cuando debió enfrentarse en las urnas a Daniel Jadue (PC), las encuestas y analistas daban como claro favorito al alcalde de Recoleta. Sin embargo, los pronósticos nuevamente fallaron, imponiéndose por amplio margen. Ya en la votación final, se enfrentó al republicano José Antonio Kast, quien se había impuesto en primera vuelta, con un 27,9% de las preferencias.

Sin embargo, el magallánico logró el apoyo transversal de la centro-izquierda, incluso de los exmantadarios Michelle Bachelet y Ricardo Lagos, alcanzando el 56% de las preferencias. Así, el 19 de diciembre se convirtió en el Presidente electo.

“Sé que más allá de las diferencias que tenemos, en particular con José Antonio Kast, sabremos construir puentes entre nosotros para que nuestros compatriotas puedan vivir mejor”, declaró en su discurso de la victoria, sacando a relucir su estilo dialogante que, para algunos, merecía el rótulo de “amarillo”.

Un momento clave

“Hay mucha gente muy preocupada de salvaguardar su identidad más que de cambiar la realidad”, declaró Boric hace unos meses. Y es que, para él “hay un momento en que uno tiene que tomar riesgos y poner en juego el capital político”.

“En política, la coherencia paga a largo plazo”, aseguró.

Aunque en 2018 enfrentó críticas por reunirse con el exfrentista Ricardo Palma Salamanca. Ese mismo año, en un programa de streaming, le regalaron una polera del asesinado senador, Jaime Guzmán, con una bala en la frente. “¡Buena! ¡Aguante!”, dijo al recibirla. Una vez desatadas ambas polémicas, el entonces diputado pidió disculpas.

En varias ocasiones, el mandatario ha destacado el valor de reconocer errores, para luego rectificar.

Sin embargo, seguramente aquellos episodios fueron una alpargata al lado de lo que fue el estallido social en 2019, específicamente el acuerdo por una nueva Constitución del 15 de noviembre. “Es uno de los momentos más difíciles que me ha tocado enfrentar”, reconoció.

Antes de que el Frente Amplio se metiera en la discusión, solo se hablaba de una Convención Mixta. “Dijimos que eso era inaceptable, y logramos conseguir que hubiese un plebiscito de entrada, que una de las opciones fuera Asamblea Constitucional 100% electa y que fuera de una hoja en blanco”, recordó.

Boric en acuerdo del 15 de noviembre.

Aun así, la sola decisión de entrar entrar al debate, sin consultar a las bases del Frente Amplio, “generó una fractura en la izquierda, no lo desconozco, y creo que tenemos que hacer lo posible por repararla”. Como sea, “era lo que había que hacer y lo sigo reivindicando”.

Con ello, se mostraba como un personaje dialogante, capaz de “cruzar la vereda” para alcanzar acuerdos.

Pero su apuesta también significó algunos daños colaterales: la fractura en su amistad de infancia con el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, quien incluso renunció al partido al ser contrario al acuerdo, junto a otros 700 militantes; y también se enfrentó a una violenta funa en el Parque Forestal, donde le arrojaron objetos, cervezas, insultos y lo acusaron de “vender al pueblo”.

A casi dos años de aquellas semanas, en la previa de las primarias contra Jadue, manifestó: “Espero ser capaz de convocar una amplia diversidad de gente que quiere transformaciones y no solamente los que se definen a sí mismos como antineoliberales o de izquierda”.

Privilegios e ideales

El nuevo mandatario nació en Punta Arenas el 11 de febrero de 1986. De tres hermanos, él es el mayor, y sus padres son Luis Javier Boric Scarpa, democratacristiano, y María Soledad Font. Cursó su enseñanza básica y media en The British School de dicha ciudad.

“El apellido Boric es conocido en Magallanes”, según consignó Interferencia. “Si bien no son una de las familias históricamente poderosas de la zona, como los apellidos Braun o Menéndez, sí marcaron presencia en espacios importantes de la sociedad”.

El primogénito vivió gran parte de su vida en la casa familiar de tres pisos, frente al estrecho de Magallanes, hasta que se cambió a Santiago para estudiar Derecho en la Universidad de Chile.

“Soy un privilegiado”, declaró Boric. “Me hice de izquierda cuando adquirí conciencia de que algunos de los privilegios que tenía se sostenían en que otros no los tuvieran, y que, por lo tanto, había que luchar por terminar con los privilegios injustos”.

Como sea, su infancia transcurrió como la de tantos otros niños, escalando árboles, coleccionando láminas, jugando a los tazos en la calle y al pelota (es hincha acérrimo de la Católica). Ahora, cuando los más jóvenes están en plataformas como Twitch y TikTok, “nosotros podemos ser un eslabón que conecte a las generaciones que nos precedieron con las que vienen”, planteó.

Boric cuando niño, vestido con los colores de la UC. FOTO: La Tercera.

Cuando tenía 12 años le diagnosticaron TOC (trastorno obsesivo-compulsivo), condición que “en un momento fue bien difícil”, según él mismo. “Tenía dificultades para leer, escribir, caminar, llegaba a ser inhabilitante”, lo que le generaba “mucha ansiedad y angustia”. Pero lo ha podido controlar con una “alquimia” correcta de remedios.

Durante su adolescencia, la música entró con fuerza en su vida, al punto de que hoy gusta de bandas que van desde el metal con Gatillazo, pasando por el thrash con Slayer y el estilo más “experimental” de Radiohead, o Tool.

Es más, un sueño pendiente que tiene es formar parte de una banda, a pesar de tocar la guitarra “mediocremente”.

Pero también la literatura ocupó un lugar importante desde joven, sobre todo la poesía, volviéndose Gabriel Mistral y Enrique Lihn dos autores de cabecera. Y como cualquier adolescente que gusta de las letras, fantaseó con el mito del “poeta maldito”, fumando algún cigarro mientras deambulaba por la ciudad, con el anhelo de crear un nuevo gran idioma que cambiaría al mundo, tal como soñaba el mítico francés Arthur Rimbaud.

Ya en la educación media se acercó a los ideales de izquierda. “La lectura me abrió la cabeza”, dijo hace unos años a Revista Sábado. “A los 12 años empecé a leer historia de Chile y me impactó mucho”.

De la FECh a la Cámara

En 2009, con 23 años, como estudiante de derecho, alcanzó la presidencia del centro de estudiantes de su carrera; ese mismo año, tras una toma de 44 días, logró hacer que renunciara el decano Roberto Nahum, acusado de malversación de fondos.

Eso sí, cuando se vino a vivir a Santiago, su plan no era entrar en política, de hecho, al principio le costó adaptarse, y se refugiaba juntándose con sus amigos magallánicos.

Pero se adaptó y la política empezó a tomar fuerza.

“Ganamos la elección del Centro de Estudiantes de Derecho en 2008, en segunda vuelta, apenas por cuatro votos”, contó. “De no ser por esos cuatro votos, jamás habría sido presidente de la FECh”.

“Esos votos determinaron toda mi historia”, declaró.

Y la historia fue creciendo. Durante las movilizaciones estudiantiles del 2011 contra el lucro, su nombre como portavoz surgió con fuerza como el de Karol Cariola, Giorgio Jackson y Camila Vallejo, la misma que derrotó ese año en las elecciones de la FECh. En paralelo, sus estudios universitarios quedaron postergados y, si bien egresó de la carrera, no ha conseguido su título universitario, lo que durante la campaña le trajo cuestionamiento desde algunos sectores opositores.

Boric, Cariola, Vallejo y Jackson en 2011.

Aunque sus padres le aconsejaron que terminara Derecho, cuando él les dijo que no tenía pensado ejercerlo, se rindieron y aceptaron que el camino de su hijo era otro, según ellos mismos contaron a La Tercera.

Dos años después, se postuló para diputado por Magallanes, consiguiendo una alta adhesión de un 26,6% de los votos, derrotando incluso a la extinta Nueva Mayoría.

En 2014, juró en el Congreso sin corbata y con una chaqueta beige de chiporro, lo que desató críticas de parte de diputados antiguos. También, en 2018, lució un corte tipo mohicano. “Me preocupa que se haga noticia por cosas que no lo son”, dijo por aquel entonces, “porque eso puede terminar cansando a la gente”.

En su llegada a la Cámara Baja, dijo que “lo que más me ha sorprendido es que, como nadie busca convencer al otro, es muy poca la gente que se escucha”, dejando en evidencia la poca disposición al diálogo ente los congresistas.

Por aquel entonces, el diputado ya manifestaba su preocupación por el hecho de que el Parlamento “es una burbuja”, por lo cual “es muy fácil disociarse de la realidad”. Para evitar ello, su receta era “mantener ciertas barreras personales de resistencia”, yéndose en micro a la pega, estando en Fonasa y no en isapre, o simplemente carreteando con sus amigos de siempre.

Boric de diputado luciendo corte al estilo mohicano.

También en 2014, para el 21 de mayo, decidió salir antes de que terminara el discurso presidencial de Sebastián Piñera, para así poder asistir a una marcha. En esa ocasión, algunos manifestantes le gritaron “¡vendido!”.

A algunos, al igual que como ocurriría en el acuerdo por una Nueva Constitución, no les había gustado nada que Boric se hubiera metido al Congreso. “Los ultras siempre te van a decir ‘amarillo cu…’ hagas lo que hagas”, dijo.

Como sea, siguiendo fiel a su estilo, impulsando medidas como la rebaja a la dieta parlamentaria —la cual recién se concretó en 2020—, o poniendo sobre la mesa la salud mental, un tema al que ha se ha enfrentado en primera persona, de hecho, en 2018 debió internarse por 35 días para tratar su TOC.

“Sería bueno que hablemos más de salud mental”, ha dicho el nuevo Presidente de Chile.

Los ejes de Boric

“Necesitamos que dialoguen, escuchen el doble de lo que hablan”, ordenó Boric a su recién nombrado gabinete el pasado viernes 21 de enero, en el Museo de Historia Natural, en Quinta Normal.

“También, visiten los barrios y las regiones, que estén en las calles y construyan soluciones en conjunto con la gente de Chile”, les pidió a sus 24 ministros. En tanto, la cientista social Irina Karamanos, su pareja, finalmente decidió que tomará el cargo de “Primera Dama”.

El pasado 22 de febrero, el Presidente tuvo su primera reunión con los titulares de cartera que, al menos en el arranque de su gobierno, conformarán su “círculo de hierro”, compuesto por: la ministra de Interior, Izkia Siches; el Segpres, Giorgio Jackson —escudero e íntimo amigo del mandatario—; la vocera, Camila Vallejo; Mario Marcel de Hacienda; y Antonia Orellana, de la Mujer y Equidad de Género.

Los demás ministerios ya tienen los nombres que serán de la partida: en Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola (ind.); Defensa, Maya Fernández (PS); Economía, Nicolás Grau Veloso (CS), Desarrollo Social, Jeanette Vega (ex-PPD); Educación, Marco Ávila (RD); Justicia, Marcela Ríos (CS); Trabajo, Jeannette Jara (PC); Obras Públicas, Juan Carlos García (PL); Salud, María Begoña Yarza Sáez (ind.); Vivienda, Carlos Montes (PS); Agricultura, Esteban Valenzuela (FRVS); Minería, Marcela Hernando (PR); Transportes, Juan Carlos Muñoz (ind.); Bienes Nacionales, Javiera Toro (Comunes); Energía, Claudio Huepe (ind.); Medio Ambiente, Maisa Rojas Corradi (ind.); Deporte, Alexandra Benado (ind.); Cultura, Julieta Brodsky (CS); y en Ciencia, Flavio Salazar (PC).

El gobierno de Boric tiene claro que, de las 50 propuestas que tiene el programa que presentó en segunda vuelta, no puede ejecutarlas todas en solo cuatro años.

Nombramiento de gabinete de Boric.

Ante eso, según consignó La Tercera, ya estarían definidos los cuatro pilares que guiarán el periodo del magallánico en La Moneda... al menos mientras la contingencia no dicte otras prioridades.

Primero, la ministra Siches se enfocará en los problemas urgentes como lo son migración, violencia en La Araucanía, delincuencia y narcotráfico.

Otro eje son las reformas estructurales que incluyen el acceso garantizado universal a la salud, pensiones dignas (sin las AFP como protagonistas), sistema educativo público gratuito y de calidad, y transformación productiva verde. Todo esto irá acompañado de una reforma tributaria con el objetivo de generar los recursos para generar los cambios. Esas tareas estarán a cargo de la dupla Jackson-Marcel.

Un tercer pilar estará en manos del dúo compuesto por Vallejo y Antonia Orellana, quienes deberán dar un enfoque de género al gobierno. Entre las primeras medidas estaría nombrar un asesor de género en cada ministerio, además de implementar una “política exterior feminista”.

El cuarto eje verá como protagonistas a los ministerios de Transportes (Juan Carlos Muñoz) y Medio Ambiente (Maisa Rojas), al tener un rol clave en las medidas para enfrentar el cambio climático.

En tanto algunas medidas clave serán aumentar el sueldo mínimo de los $ 350 mil actuales a $ 400 mil, y así llegar a $ 500 mil en 2026. Ello también vendría con la reducción de jornada laboral, pasando de 45 a 40 horas a la semana.

En lo económico, se pondrá en marcha un plan de estabilización tras la pandemia, dando énfasis en sectores como el turismo y la cultura. En tanto, aún con un ojo en la crisis sanitaria, se dará continuidad al proceso de vacunación.

En lo que respecta a Vivienda, se trabajará en la construcción de casas y departamentos, con el objetivo de frenar las tomas y generar unos 265 mil nuevos hogares durante el gobierno.

Así, Boric busca llevar a cabo su gobierno “transformador”, —y como ha manifestado en más de una ocasión— teniendo que cuenta que “si uno no es capaz de dudar de sí mismo y cree que siempre está en lo correcto, pierde la oportunidad de integrar muchas otras visiones, de aprender, de crecer”.

Epílogo

Cuando en 2014 le preguntaron cómo se veía en veinte años, respondió:

—A ver, cuando tenga 48 años... quiero formar una familia, me gustaría vivir en Magallanes. Y en términos políticos, soy un militante bien disciplinado. Para mí, la política tiene sentido solo si es es parte de un proyecto colectivo...

Seguro, por aquel entonces, ni en sus fantasías más ambiciosas contaba con que, a sus 48, ya habrán pasado doce años desde que, la tarde de 11 de marzo del 2022, se convirtió en Presidente de Chile.

Boric en el Fin del Mundo.

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