Luis Andrés Plaza Huaiquilaf (29), alias "El Gato", soñaba con salir de prisión para conocer a su hijita Valentina (6).

Según su madre, Ana Huaiquilaf, el hombre fue condenado por robo con intimidación a 10 años y un día, y antes de que su guagüita naciera encanó en la cárcel de Puente Alto. El paso siguiente fue el quiebre de la relación con la mamá de su retoño y, como a la niñita no la llevaban a las visitas, nunca la pudo conocer.

La única forma de marcar presencia durante el crecimiento de su hija fue escribiéndole emotivas cartas que algún día la pequeña leerá.

Luego de una larga pasada por Puente Alto, "El Gato" fue trasladado a la cárcel de San Miguel. Llevaba 5 meses en la temida Torre 5 cuando se vino el desgraciado incendio.

"Mi hijo murió calcinado y alguien tiene que responder por esto. Imagínese que él no alcanzó a conocer a su hija porque murió quemado. Su único sueño era salir libre para estar con ella, para conocerla en persona y no sólo en fotos", contó a La Cuarta su madre, quien llegó de Yumbel, en la Región del Biobío, hasta el Servicio Médico Legal para realizarse el examen de ADN, el que identificará los restos de su hijo.

"El Gato" vivía en la población Los Copihues de La Florida y, según su mamá, al meterse en la droga resbaló y cayó a la jabonera.

Agregó que en las oportunidades en que visitó a su hijo en la cárcel de San Miguel, éste le transmitía lo difícil que se le hacía sobrevivir en la torre 5 del penal.

"No quería hablar mucho, pero yo sabía que los trataban mal. Incluso ya había sucedido otro incendio en el lugar", sostuvo Ana Huaiquilaf.

Agregó que las condiciones de vida eran tan inhumanas en la torre quemada, que Luis "a veces debía dormir en el baño" por culpa del hacinamiento.

"Esa cárcel es una carnicería y está en unas condiciones terribles. Por ser presos no los pueden tratar así. El que esté libre de pecado que tire la primera piedra", expresó.