Pese a sacarse la mugre en su moto, rodar a sesenta kilómetros por el suelo, quebrarse siete costillas y quedar 12 días internado en la Clínica, el indomable espíritu motoquero del diputado PPD Ramón Farías se mantiene intacto.

A la salida de la Clínica Indisa y acompañados de dos hijos, el también actor aseguró que apenas se recupere de las lesiones volverá a montarse sobre los fierros con dos ruedas.

"Es una pasión que uno siempre tiene, pero pienso hacerlo mucho más protegido. Ahora me voy a comprar un airbag de moto, de esos que se inflan cuando uno salta", reflexionó.

El famoso "Pompi" recordó con pavor los momentos previos al chancacazo. "Iba paseando en mi moto a 60 kilómetros por hora. En Puchuncaví me pasó un taxi amarillo, se puso delante mío y frenó en seco. La moto se me fue encima, se trabó y me lanzó por el aire. Con cada vuelta sentía que ahí me moría".

"Cuando caí empecé a preguntarle al chofer por qué frenaste'. De ahí no supe más", relató.

Agregó que "es duro sentir que uno tiene un proyecto de vida seguro, y que por una tontera te vuelves una persona dependiente", dijo.

Pese a ser un golpe bien duro contra el pavimento, igual la sacó barata, si no fuera por los elementos de seguridad que llevaba al momento del impacto.

Tras el accidente quedó con un pedazo de pulmón que está inutilizado, pero se puede solucionar con terapia.

Antes de partir a descansar a su casa, agradeció todos los mensajes de afecto que recibieron sus hijos desde Arica a Punta Arenas.

Aseguró que en enero volverá al ruedo parlamentario. Es grande.