Un canazo de 800 días a la sombra recibió ayer el empresario químico Winston Víctor Michelson del Canto, quien fue condenado al traje a rayas por ocho delitos de estafa contra el Banco de Chile por un monto cercano a los 4.300 palos.

Además de los días en canela, el estafador deberá pagar al Estado una multa de 20 UTM.

Michelson también fue sentenciado a devolverle al banco más de 110 millones de pesos, 17 vale vistas por 40 guatas cada uno, y entregar un toco Chrysler nuevecito que se compró con la plata mal habida.

El empresario, vinculado al caso Spiniak y a la muerte de un travesti en 2002, deberá cumplir su pena completita en la cárcel, ya que no se le otorgó ningún tipo de beneficio debido a yayas anteriores. El químico fue declarado culpable de los chanchullos por unanimidad por las tres magistradas del Tercer Tribunal de Juicio Oral en lo Penal, Verónica Sabag, Doris Ocampo y Katrina Chain.

El fiscal del Ministerio Público, Felipe Sepúlveda, se mostró satisfecho por el tejazo al pillín pillín, ya que, según explicó, pese a lo abultado del monto manoteado las penas por los delitos de estafa son bastante bajas.

El "Wilo" está precioso por su avivada desde el 7 de febrero de este año, por lo que estará recluido en el penal Santiago 1 hasta mediados de 2010.

PILLERÍA

Winston Michelson del Canto realizó las patrañas financieras entre el 26 de diciembre de 2007 y el 30 de enero de 2008.

Se aprovechó de los colapsos tecnológicos y cobró 16 cheques por 2.676 millones de pesos. Como luego de un tiempo lo pillaron, el teclo se quedó con 8 chirimoyos, que no alcanzó a cambiar, por 1.770 palitroques.

A Michelson se le ocurrió la pillería de hacer leso al banco girando cheques propios y al mismo tiempo dándoles orden de no pago por extravío.

Luego, el frescolín depositaba los documentos "perdidos" en cajeros automáticos.

Por pifias en el sistema informático de la entidad bancaria, la plata ingresaba a su cuenta y él mismo retiraba el dinero chin chin por la ventanilla de distintas sucursales.