Reclusa dice que penan en cárcel de San Miguel
En los 17 meses que lleva presa en el Centro Penitenciario Femenino "Mayor Marisol Estay" de San Miguel, Yolanda Avilés Peña (53) no ha podido dormir a pata suelta.
Según la reclusa, el motivo de su insomnio son las presencias que siente en el recinto, las que atribuye a los 81 desafortunados que perdieron la vida en el incendio de la cárcel en diciembre del 2010.
"Desde que entré, no he podido dormir bien. Es que nos penan y harto", cuenta con la cara melancólica y grandes ojeras.
Yolanda contó a La Cuarta que fue trasladada en septiembre del 2012 al centro penal, pero que pa' su malacue, justo le tocó pieza en el módulo 5, lugar donde se originó el fatídico incendio. Ahora está en el módulo 2.
"En esa época, compartía la pieza con mi sobrina y varias veces ella sentía que le presionaban el pecho y no podía respirar", confesó.
Yoli, que aprendió adentro el oficio de peluquera, aseguró que no pegaba pestaña por culpa de las otras internas. “Las chiquillas gritaban toda la noche que las penaban”.
- ¿Pero a usted le tiraron las patitas alguna vez?
- Tan cercano, no. Pero sí varias veces vi, cuando iba al baño, una silueta oscura en la escalera. Era la sombra de un hombre. Claro que la hacía cortita.
- Ahora en el módulo 2, está más tranquila, ¿no?
- Nooo, porque igual de repente se sienten y se ven presencias extrañas. Parece que les gusta pasearse por la cárcel.
- No le queda otra que contar ovejitas...
- Quiero salir y poder dormir tranquila.
En la mañana de ayer, la ministra de Justicia, Patricia Pérez, inauguró de forma oficial el Centro Penitenciario Femenino “Mayor Marisol Estay”, que ocupa las dependencias de la antigua Cárcel de San Miguel. La unidad penal recibe a 515 internas imputadas de la Región Metropolitana.