Hace un par de décadas, luego de la salida de las grandes casas y multinacionales discográficas del país, el productor Dennis Dañobeitía junto a los Fiskales Ad Hok impulsaron un sello musical independiente que denominaron Corporación Fonográfica Autónoma (CFA), que ha servido para dar a conocer más de 60 bandas y artistas nacionales.

Según cuenta Dennis, la iniciativa es una reacción a la forma en que operaba la industria, donde "las multinacionales solo tenían intereses comerciales, pero como no se satisfacían esos intereses se retiraron del país y abordamos la tarea que significa reactivar el proceso de los sellos y de la venta de los discos".

Enmarcados en el contexto social de los noventa, apostaron por las bandas de punk y comenzaron a grabar discos. "Partió con el punk, porque era el movimiento más rebelde, más creativo, más proactivo para poder reaccionar de forma rápida frente a este vacío, a este retiro de las multinacionales. Así estaban los Fiskales Ad Hok, banda emblemática del sello hasta el día de hoy, y luego se irían sumando otras como Supersordo, Insuficiencia Radial, Lilits, entre otras", cuenta el productor.

Pero el sello comenzó a crecer en la escena "underground" y se fue ampliando a otras corrientes. "Del punk se fue abriendo al rockabilly, rock, heavy metal, stoner, cumbia, pachanga, ska, folclore, blues, hip hop, electrónica… por eso hoy podríamos decir que CFA es una editorial de música más que un sello discográfico, ya que tenemos un catálogo con diversas corrientes musicales".

Francisca Guzmán, vocalista de Ajiaco, destaca la oportunidad que le dan a músicos emergentes y señala que "son los primeros y los únicos que nos brindaron esa plataforma de poder tener un sello discográfico. Depositan su confianza en los nuevos talentos, bandas emergentes y la nueva música que se está haciendo. En base a esa confianza, nosotros podemos entregar lo mejor que tenemos".

Desde Punta Arenas, Carlos Díaz, del dúo As de Oros, que ya tienen dos discos al alero de CFA, destaca que "al estar tan lejos de Santiago, que de la noche a la mañana alguien te tienda una mano, más todavía un sello que lleva años haciendo el rescate de lo que ocurre en la escena musical underground, ha sido muy importante para nosotros".

En la misma línea, Klein Guzmán, integrante de las bandas Los Revoltosos y Los Peores de Chile, resalta que "con los años, y pese a todos los cambios que han existido con el tema de internet y de las descargas, CFA siempre se ha mantenido como un sello independiente, autónomo, que abre las puertas a diferentes artistas, con distintos tipos de música, no solamente del punk o de metal".

Patrimonio musical

Con cerca de 200 discos publicados, Dañobeitía revela que "la tarea es registrar, registrar y registrar el patrimonio sonoro de Chile. Ganamos al registrar las bandas, al generar patrimonio y almacenar ese patrimonio para luego entregárselo a la gente. En nuestro catálogo hay muchas bandas que ya no existen, pero tienen mucho valor para lo que hoy día se hace a nivel musical en Chile".

- ¿Y cuáles serían los desafíos que tienen como editorial? Globalizar los contenidos, que significa darse a conocer a través de nuestras plataformas; luego, trabajar más en regiones, ya que la tecnología nos permite llegar a todas partes; también internacionalizarnos, lo que nos permitirá ir haciendo redes. La idea es seguir reclutando artistas. Ya tenemos de Argentina y Ecuador; lo otro es seguir tocando. Creemos que los shows en vivo tienen mucho valor. Es la forma de generar contacto directo. Para que la gente vea lo que hacemos en vivo.

- ¿De qué forma la gente puede conocer el material que ustedes generan? Nuestro catálogo se puede descargar en www.cfadiscos.cl, gran parte es gratuita, otra es pagada. Además, uno los puede regalar, desde el celular o del computador. Pero, también hay que reencantar a la gente con los discos físicos. Hoy fabricar el disco es barato y muchos sellos independientes cometen el error de venderlos caros. Nosotros los vendemos en ferias, festivales y en tocatas a precios bajos. Vender un disco a tres lucas, es una piscola o una cerveza.