René Cortázar: "El momento más amargo que viví fue cuando le tiraron lacrimógenas a la gente"

Justito hace un año se dio inicio al Transantiago, el nuevo plan de transportes que buscaba cambiarle la cara a la capital.
Y lo consiguió, no porque eliminar las micros amarillas fuera la anhelada solución al drama del transporte público, sino porque los santiaguinos quedaron con el caracho triste, sin sonrisa y con las mansas ojeras ya que empezaron a vivir puras pellejerías.
Por esos días el ministro de turno, el DC Sergio Espejo, se mostraba optimista con que las cosas cambiarían y esgrimía la frase: "Una mano lava la otra y las dos la cara".
Pero la mugre era mucha y no había nada que la limpiara.
Por eso el 26 de marzo salió cascando Espejo y entró en su reemplazo René Cortázar, con el firme compromiso de mejorar la mansaca que comenzó el 10 de febrero.
Cortázar, el guaripola de Transportes que el 29 de febrero cumplirá 56 años, abrió las puertas de su cuore al diario pop y parló de todo.
- Así que nació en año bisiesto.
- Claro, celebro mi cumpleaños cada cuatro años y justo ahora me toca.
- ¿Y en este apio verde del Transtortuga, hay algo que celebrar?
- No, no haremos nada especial.
- ¿Le molesta que La Cuarta le diga Transchantetito al batiplán?
- Para nada. Siento que es un reflejo de lo que cree la gente, así que no tengo problemas.
- ¿Qué estaba haciendo hace un año?
- En ese momento estaba de vacaciones y como nunca, ese día prendí la televisión para ver los matinales. Fue muy terrible ver el caos que había en las calles, especialmente el 12 de febrero, que fue día lunes.
- ¿Le tocó usar el Transantiago mientras no era ministro?
- Claro, porque yo vivo muy cerca de una línea de Metro, así que lo ocupo harto. Claramente hubo un cambio, mucha más gente se subía y había gran desorden.
- ¿Y qué cosas han cambiado durante este año?
- Se han mejorado las frecuencias, los tiempos de espera y las mallas de recorridos. Eso sí que todavía falta mucho para que el sistema esté normalizado.
- Usted dijo que recién cuando se normalice subirán las tarifas. ¿El alza será del doble, el triple?
- Nooo, para nada. Justamente para que eso no ocurra en abril enviaremos un nuevo proyecto de ley para financiar el sistema.
- Con la luquita que le dio el Congreso no alcanzó.
- No.
- ¿Fue ese desaire del Parlamento el peor momento de su administración?
- No. El momento más amargo fue el 14 de mayo, cuando por un problema en un tren del metro cientos de personas salieron a la calle y hubo bombas lacrimógenas. Fue muy triste ver las imágenes.
- ¿Coincide con el ministro Pérez Yoma en que el Transantiago fue el peor guatazo de la Concerta?
- Absolutamente. Por eso estamos trabajando para revertirlo.
- ¿Y cómo le gustaría celebrar el segundo apio verde del batiplán?
- Con un sistema completamente normalizado y bueno para los usuarios.
RN RECORDÓ EL "CUMPLEAÑOS FATAL"
En la calle, junto a los que han pasado las mayores pellejerías, un grupo de diputados de RN recordó ayer el primer "cumpleaños fatal" del Transchantete.
El carrete fue organizado por el diputado Cristián Monckeberg (RN), quien se rajó con una tortita en forma de ataúd, y se realizó en la esquina de Vicuña Mackenna con Providencia. Ahí se les decía a los peatones: "¿Lo ha pasado mal?, entonces pase el mal rato con un pedazo de torta".
"Nos hemos reunido para manifestar nuestra molestia por lo que fue el Transantiago y para recordar la falta de dignidad hacia las personas", parlaba Monckeberg, mientras los asistentes se llenaban el buche con el tremendo pastelito.
Puente Alto. Casi a la misma hora, un centenar de colectiveros piteó de lo lindo con sus tocos frente a la Muni de Puente Alto por el corredor exclusivo para cromis.
"Las vías segregadas nos perjudican, quedaremos muchos sin pega, y más de un millón de nuestros usuarios quedarán a pata", gritó el presi de los coletos, Luis Contreras, entre bocinazos.
BALANCE POP
"cansada y mal genio": Susana Toro (38): "Hace como un año que no voy a visitar a mi hermana, que vive en Puente Alto, justamente porque ahora tengo que tomar dos micros y hay que caminar demasiado entre paradero y paradero. Además una llega cansada y de mal genio desde la pega, y la que recibe eso es la familia".
"pésimo, pésimo": Sergio Bañares (37): "El servicio es pésimo, pésimo. Vivo en Plaza Italia, trabajo en Plaza Ñuñoa y hasta el año pasado nunca tuve problemas para llegar a la pega. Ahora tengo que esperar más de media hora la micro. Y, cuando por fin pasa, se detiene a dejar pasajeros y me cierra la puerta en la cara".
"es muy lenteja": Katherine Urra, (13): "Todavía no pasan nunca las que me sirven y otras pasan demasiado. Una espera mucho y además algunos choferes son pesados. El otro día estaba con mi sobrina en brazos, el conductor no me dejó bajar por delante y tuve que caminar hasta atrás. Y en el Metro la gente te empuja y te aplasta".
"me ha beneficiado": Fabián Puente, (32): "A mí en lo personal me ha beneficiado, porque vivo en Maipú y trabajo en Vitacura. Me viene de perillas que haya conexión con el Metro, y además con el tiempo han puesto más máquinas. Yo antes tomaba dos micros y ahora tomo 2 ó 3, pero pago sólo un pasaje".
"Era una ilusión": Nicolás Muñoz, (18): "Era una ilusión para mí, porque pensaba que todo iba a ser mejor. Vivo en Quilicura y me tengo que levantar igual dos horas antes y tomar dos micros para llegar al trabajo (antes tomaba una). Los jefes andan en auto y no cachan".
R. Troncal García.
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