Aunque luchó hasta el último minuto y su madre jamás perdió la esperanza, un edema cerebral apagó la vida de la joven madre Marcela González Figueroa (16).

Marcela dejó de existir ayer a las 14.20 horas. La joven sufrió una falla hepática aguda y fulminante cuando tenía seis meses de embarazo y, aunque los médicos hicieron todo lo posible por salvarlas, a ella y a su pequeña hijita Dominique, el órgano llegó demasiado tarde para la adolescente.

El jefe de trasplantes del Hospital Clínico de la Universidad Católica, Jorge Martínez, explicó que "el hígado injertado recuperó su funcionalidad, lamentablemente el edema cerebral que se genera durante la enfermedad, se tradujo en un daño neurológico progresivo que se hizo irreversible".

Tras el trasplante realizado el pasado domingo, la madre de Marcela, Tabita Figueroa, reconoció que su hija ya no respondía a sus palabras.

DEMASIADO TARDE

El doctor Alejandro Bruhn, jefe de la Unidad de Pacientes Críticos señaló que el cuadro médico de Marcela "era muy sombrío. Desde que se realizó el trasplante nos dimos cuenta precozmente que tenía un daño neurológico que había progresado y eso se fue confirmando con los días, y ese daño terminó con su vida".

El hepatólogo Alejandro Soza detalló que "la hepatitis fulminante produce acumulación de toxinas que el hígado no es capaz de eliminar. Esas se acumulan en el cerebro y van produciendo edemas, es decir, hinchazón, lo que impide el flujo cerebral".

Soza aseguró que el órgano que recibió la joven estaba en buenas condiciones, pero "probablemente si hubiese logrado tenerlo 12 o 24 horas antes, quizás el resultado hubiese sido distinto".

En los últimos días, González recibió la visita del subsecretario de Redes Asistenciales Luis Castillo y de Monseñor Ricardo Ezzati.

ESPERANZA

Tras la partida de la joven madre, las oraciones se centran en su hijita Dominique, que nació por cesárea en medio del trasplante. La pequeña pesó solo 730 gramos y midió 33 centímetros.

El centro asistencial reconoció que como recién nacida prematura, la bebé "continúa en condición de extremo cuidado" y es monitoreada permanentemente por lo especialistas.