Francisco Marín Aguilar (37) era hasta el jueves un circunspecto alto ejecutivo de Codelco. Pero una irracional "bromita" lo convirtió de un paraguazo en el chileno más desubicado de los últimos años. Y no es exageración.

El ahora ex gerente de Recursos Humanos de la empresa estatal cambió su vida a las 20.50 horas del jueves, cuando estaba listo para tomar un avión rumbo a la capital desde el aeropuerto de Calama.

Según la fiscalía, cuando pasaba por la zona de pre-embarque, el ingeniero civil en informática cometió el peor error de su vida: dijo que portaba una bomba.

La tallita, en sí poco inteligente, se tornó escandalosa porque la lanzó el mismo día en que Chile estaba en pánico por la explosión que dejó ocho carabineros lesionados en una comisaría de Huechuraba.

De inmediato personal de la DGAC ingresó el bolso del profesional por la banda magnética para ser revisado por un aparato detector de artefactos explosivos, descartando cualquier amenaza.

Pero la broma le costó cara. Fue formalizado por amenaza de instalación de artefacto explosivo, tras la cual quedó libre y con firma quincenal. Y como si fuera poco, el lunes deberá llevarse todos los recuerdos, fotos y premios que tenga en su puesto de trabajo en la División Gabriela Mistral, ya que de inmediato le entregaron el doloroso sobre azul.

De esta forma, el profesional que nació el 31 de marzo se fue sin ni un cobre tras seis años y tres meses en la empresa estatal.

Según lo que manifiesta personal de la DGAC, "habría gritado que el bolso del amigo llevaba una bomba", precisó el mayor de Carabineros, Robinson Villarroel.

Tras el incidente, y a través de un comunicado, Codelco informó que decidió "poner término inmediato al contrato de trabajo del ejecutivo Francisco Marín Aguilar, luego del incidente ocurrido ayer en el aeropuerto de Calama".

"Codelco reitera su compromiso con los valores que la rigen y con el apego a ellos que deben tener los ejecutivos de confianza que lideran y representan a la empresa", agregó el texto de la cuprífera.

La compañía agregó que está impulsando una transformación organizacional para adecuar sus perfiles profesionales a sus exigencias corporativas, por lo que "es esencial que los ejecutivos que lideran este cambio a nombre de la corporación, cuenten con la plena confianza de la administración superior, la que se basa de manera sustancial en el cumplimiento de los valores y principios que la rigen".