El caso de la "Cocinera de Molina" es uno de los episodios más escalofriantes de la historia policial chilena, básicamente por el cruento actuar de una mujer, que dejó chico hasta el peor de los asesinos, al matar, cercenar y cocinar a su marido, en la ciudad de la Séptima Región.

Rossana Valdés Caro (35), quien era comerciante ambulante y madre de una niña de un año ocho meses, hace un año le quitó la vida a su pareja, Claudio Muñoz Ramírez (43), al interior de su casa de la población San Hilario, en Molina.

En sus declaraciones a la policía, la mujer aseguró que todo se generó luego de una fuerte discusión por una supuesta sustracción de 5 millones de parte del hombre, lo que enfureció a la mujer, que se transformó en un energúmeno, y le disparó a su pareja, a quien descuartizó e hirvió sus restos en una olla.

En su escalofriante declaración, la mujer indicó que le cercenó las extremidades y la cabeza para ponerlas a hervir en una olla de 50 litros, según ella, porque había visto en películas policiales que de esa forma no derramarían tanta sangre.

Y aunque aseguró que el hombre la maltrataba y se había gastado el dinero en mujeres y trago, igual nomás tuvo que enfrentar a la justicia.

Condena  

El Ministerio Público solicitaba 15 años de prisión para Rossana Valdés Caro, culpable del delito de parricidio, cometido el 5 de abril del 2014.

Sin embargo, este jueves el tribunal oral de Curicó dictó seis años de presidio mayor en su grado mínimo, lo que no dejó nada conformes a los familiares de la víctima, Claudio Muñoz Ramírez.

"Nosotros pedíamos como mínimo 15 años o perpetua, pero le dan 6 años. Es para la risa, me tiene adolorido esto", señaló el padre de la víctima, Luis Muñoz.

Por su parte, su hermana, Mariela Muñoz, entre llantos, señaló que "la forma en que nos entregaron (el cuerpo) para que nosotros lo enterráramos, puros trozos, puros pedazos, no hay manera, no hay justicia en este país".

Al respecto, la fiscal que encabezó la investigación, Mónica Barrientos, señaló que "esto es parte de lo que podía ocurrir, la Fiscalía lo que tenía que hacer era lograr que no se eximiera de responsabilidad y se condenara por el delito de parricidio, lo cual fue en definitiva determinado el sábado pasado, cuando se leyó el veredicto condenatorio".

La acusada ya cumplió un año en la cárcel; por lo tanto, tomando en cuenta su irreprochable conducta, podría optar al beneficio de libertad condicional en 30 meses.