"Los hechos son como se ha dicho. Las niñas subían a la bicicleta y yo las llevaba a un sector lejano. Tocaba sus cuerpos con mi mano y las besaba. Les pasaba el miembro por el cuerpo. No les introduje nada, era sólo por el cuerpo. Nunca usé la fuerza ni la violencia. Cuando rehusaban hacer el ilícito, yo dejaba de hacerlo. Luego a todas las fui a dejar al lugar donde las encontré, a ninguna niña la abandoné". Con estas impactantes declaraciones, Luis Arturo Guajardo Martínez (44), el "Sicópata de la Bicicleta", intentaba explicar lo inexplicable el jueves 3 de este mes, en el inicio del juicio oral en su contra por nueve denuncias de abuso sexual, .

El depravado finalmente fue condenado el martes pasado a 15 años y un día de cárcel, luego de que el Quinto Tribunal Penal de Santiago lo halló culpable de seis casos de abuso de menores, ocurridos entre octubre de 2005 y septiembre de 2006 en Maipú.

CARTITA

Guajardo, que estudió hasta octavo básico, se desempeñaba como obrero metalúrgico en un taller de Maipú. Dijo que su sueldo no era malo para un solterón como él, ya que le alcanzaba para ayudar en la casa donde vivía con su hermana y cuatro sobrinas.

El delincuente señaló en el tribunal que abordaba a las niñas cuando iba pedaleando hacia su pega.

Según la fiscalía, el sujeto se desplazaba en una bici montañesa de color azul y sólo elegía a menores que se encontraran solas o acompañadas de otras pequeñas en plazas públicas o juegos infantiles de la comuna. Lo primero que hacía era ofrecerles 500 o 1.000 pesos por llevarle una carta a una supuesta polola suya.

Como ninguna de las niñas lo pescó -según la fiscalía-, las subía a la fuerza a la chancha. Las tomaba de sorpresa por detrás, les tapaba la boca y las llevaba en el fierro hasta algún sitio eriazo cercano a su trabajo. Una vez oculto de las miradas que pudieran delatarlo, procedía a realizar sus perversos actos sexuales.

RECONOCIDO

Durante el juicio todas las chicocas reconocieron al imputado a través de un circuito cerrado de tevé.

Como una manera de atenuar su responsabilidad, Guajardo indicó que sus lascivos actos se debían a un trauma sexual producto de una enfermedad genital: "A veces me bajaba eso, ganas de estar con niñas. Tenía problemas en mi pene. No podía tener sexo con mujeres adultas. Me operé mi problema a los 41 años", dijo el sujeto. El tribunal no le creyó.

EN SUS CABALES

Según el perfil sicológico del abusador que elaboraron peritos del Servicio Médico Legal y que presentó la fiscalía, Guajardo es una persona con inteligencia normal y un juicio de realidad conservado. "Se da cuenta perfectamente de lo que hace, puede tomar decisiones y tiene conciencia de sus actos", sostuvo la siquiatra Sandra Montoya.

Para la sicóloga Sandra Báez, el abusador tiene un trastorno de personalidad limítrofe. Tiene dificultades para modelar sus impulsos, pero en ningún caso éstos son incontrolables. También distinguió rasgos de perversión sexual que lo incitaban a abordar a menores.

CONDENA

Como el pederasta es reincidente -durante 1993 cumplió una condena de 61 días por "abusos deshonestos"- los jueces Christian Carvajal, Adriana Sottovia y Danilo Báez estimaron que tras cumplir su sentencia deberá someterse a un control domiciliario. Es decir, deberá informar sobre su ubicación a la policía y a los organismos de protección de menores durante 10 años.

"MAMÁS DE LAS VÍCTIMAS ESTÁN CONFORMES"

Paola Zárate, la fiscal de la Zona Metropolitana Occidente a cargo del caso, quedó súper satisfecha con el desarrollo del juicio.

La profesional reconoció que "como Ministerio Público nos sentimos conformes. Primero, por cómo se desarrolló el juicio: Las nueve menores lograron contar su relato. Por otro lado, los peritos fueron muy coherentes. Y también fue correcto el trabajo de la Policía de Investigaciones, que acreditó los nueve abusos, seis de ellos calificados como delito", dijo Zárate.

- ¿Son difíciles estos casos?

- Son sumamente dificultosos de probar, porque no hay evidencia física. Creo que éste es el primer caso de un abusador sexual de menores en serie que se lleva a juicio. Por lo menos en Santiago en el marco de la Reforma.

- ¿Qué opinan las madres sobre la condena?

- La mayoría de las mamás está conforme. Sienten que el doloroso relato que tuvieron que dar sus hijas fue respetado, creído y valorado por el tribunal. Se sintieron acogidas por la fiscalía y por la policía durante todo el tiempo que duró la investigación.

- ¿Guajardo pudo cometer violación?

- El hombre pudo llegar a la violación de las niñas, porque su forma de operar se fue poniendo cada vez más osada.

Ronald Henríquez M.