Pese a que todo está en plena investigación, los coincidentes testimonios de que Óscar López “escuchaba mensajes de Dios” y creía que “su perro era un Mesías” serían la clave del caso.

“Lo que está claramente establecido es que este sujeto sería un sicótico, con un juicio completamente alterado de la realidad. Él mismo señalaba que escuchaba voces, y vivía en un mundo distinto al resto de la gente”, señaló Fres.

“Es un brote sicótico. Estaría la presencia de algún tipo de alucinaciones o delirios. Todas las personas dan cuenta de que este señor tendría algún tipo de delirio místico, es decir de contenidos religiosos, en el cual él probablemente sentía que era un ser sobrenatural que estaba llamado a salvar a la humanidad”, agregó María Luisa Díaz, sicóloga forense del OS-9.