"Él nunca perdió la conciencia y se acuerda de todo lo que pasó. Él me dijo que había un escape (de gas), don Ramón prendió el encendedor y ahí ocurrió la explosión". Este es el relato de Cecilia Labra, esposa de José Orellana, uno de los siete obreros heridos que dejó la explosión ocurrida la noche del domingo en un laboratorio químico del Colegio Institución Teresiana de Las Condes.

Allí, ocho obreros de la empresa M y S hacían una remodelación de una sala e intentaron encontrar una fuga de gas con un encendedor, cuestión que terminó con la vida de Ramón Palma Cortés.

Sólo porque el Repulento es grande, los otros trabajadores, identificados como Gonzalo Méndez Schaffer, Edison Flores Valdés, Ramón Palma Sandoval y Osvaldo Zurita Sandoval, sobrevivieron. Renato Bravo Valdés, por su parte, fue dado altiro de alta.

Heriberto Henríquez y José Orellana Bravo fueron intervenidos por fracturas en fémur y tobillo en el Hospital del Salvador.

VISITA

Hasta ese lugar llegó la ministra (S) de Salud, Jeanette Vega, quien dijo que habrá que investigar a fondo las condiciones de trabajo de los operarios.

"Hay un sumario sanitario en curso. Entregaremos todos los antecedentes al Ministerio Público", dijo.

Sin embargo, Cecilia Labra aseguró a La Cuarta que la empresa se ha puesto las pilas con la salud de los heridos.

"Ellos han estado en contacto permanente con nosotros. Se van a portar bien", dijo.

El colegio reiniciará sus clases mañana.

Jaime Liencura M.