Gendarmería lleva a cabo un sumario interno tras el escándalo desatado al salir a la luz pública un video donde se aprecian internos de la cárcel de Villarrica haciendo sentadillas desnudos, mientras algunos de sus custodios los observan. Paralelamente la fiscal Paola Varela investiga los hechos.

La denuncia es por parte de familiares de 13 reclusos por el castigo que habrían recibido el 11 de mayo de manos de cinco funcionarios.

"Hay evidencia de cosas que no se deberían haber hecho. Son seres humanos", señaló la pariente de unos de los reclamantes, quienes hicieron llegar los antecedentes al diputado rádico Fernando Meza.

El parlamentario informó que "el director me señaló que se abrió un sumario para investigar qué habría pasado con estos internos que aparentemente fueron golpeados, sin embargo, preliminarmente informó que no habría existido violencia innecesaria y todo pasa por un castigo de las autoridades del penal, pero que tenían que ver con la suspensión de las visitas conyugales, lo que molestó a los reclusos".

Agregó que que "en todo caso, no se trataría de un caso de violencia, sino más bien de disposiciones internas del recinto penal que no fueron del total agrado de los reclusos. Pero en todo caso, no se trataría de un caso de violencia, sino más bien de disposiciones internas del recinto penal que no fueron del total agrado de los reclusos".

Consultado por el diario pop, el subdirector operativo de Gendarmería, coronel Carlos Muñoz, aseguró que no es la política de la institución aplicar ese tipo de castigos.

"Si se estaban aplicando malos tratos, apremios ilegítimos o vejaciones, van a ser sancionados drásticamente", sentenció el jefe carcelario.

Tanto acusados como acusadores permanecen en el mismo recinto a la espera de los resultados de las investigaciones.