Aunque usted no lo crea, Sandra Eliana López Sepúlveda (35) está casada con un fantasma. Su extraña situación no significa que tenga que soportar que su marido se meta con sus cadenas oxidadas a la cama o la hediondez de su sudario. Tampoco que se le ausente de noche y regrese al alba, atravesando la pared del dormitorio. La realidad es más sencilla.

La médula del osobuco es que cuando tenía 17 años contrajo matrimonio en Los Andes con Guillermo Bernardo Arcos Salinas (48). Del matrimonio nacieron María José (17) y Guillermo (15), pero la dicha sólo duró tres años y, tras un brígido episodio de violencia intrafamiliar, se separaron. La mujer abandonó el valle del Aconcagua y se radicó en Antofagasta.

La sorpresa sobrevino el año pasado, cuando decidió divorciarse. Fue al Registro Civil y allí se enteró de que se había casado con un Don Nadie, porque como marido Guillermo Bernardo no aparecía registrado ni en el PRI.

"Casi me vuelvo loca. No podía creer que me dijeran que me había casado con un fantasma. Me preguntaba si lo que había vivido era cierto o parte de mi imaginación".

Finalmente le cayó la teja. Cuando se casaron, el oficial civil se equivocó e inscribió a su marido como Guillermo Bernardo Arcos "Salas".

Sandra apeló directamente a La Moneda y le fue bien, sólo que cuando se entrevistó con el subdirector jurídico del Registro Civil, Patricio Mezón, éste le explicó que volvería a ser esposa de Guillermo Arcos Salinas, lo que como es lógico, ninguna de las partes aceptan.

De Salinas no sabe mucho, sólo que vive feliz y soltero en la Quinta Dimensión, porque no tiene que responder ni con la pensión alimenticia.

DEMANDÓ AL REGISTRO CIVIL POR EL NUMERITO...

La solución, dice Sandra, pasa por anular el matrimonio, lo que le permitiría contraer nupcias con su actual pareja y formar la familia que siempre soñó, junto a sus dos nuevos hijos. "He gastado mucho dinero en trámites y viajes. Esto me ha traído muchos problemas, ya que ni siquiera puedo acceder al sistema de salud ni a otro beneficio".

La víctima del supuesto desaguisado decidió demandar al Registro Civil. Contrató a la abogada santiaguina Gabriela Macaya de Mora, quien ayer presentó la acción civil. Sandra persigue una indemnización.

La Cuarta parló con la Dirección de Comunicaciones del Registro Civil. Su jefa, Mariela Fuentes, dijo que el servicio, en carta personalizada, le explicó a la mujer que "el error es susceptible de ser rectificado, para lo cual basta con que acerque a una de nuestras oficinas".

R. Álvarez/M. Vega