Al pegajoso ritmo de los californianos Beach Boy, el boliviano Vicente Senca Villca (32) se pegó un pique desde Arica al balneario de Pichilemu, en la Región de O' Higgins, con una bacán tabla de surf en el capó de su auto.

El altiplánico quería que todos pensaran que iba directo a montar olas del ondero balneario junto a los cabros con calugas y pelo rizado que roban la atención en “Punta de Lobos”, “La Puntilla” o “El Infiernillo”.

Pero los siempre despiertos caballeros del OS7 de Carabineros ya lo tenían cachado y lo siguieron, despacito para no fregarla, hasta que se bajó en una cabaña alejada de la gente en la capital mundial de surf.

“El sospechoso se hacía pasar por surfista para no levantar sospechas. Cuando se encontraba en el lugar investigado, se procedió a allanar el domicilio,  que era usado como laboratorio con el fin de convertir la pasta base en cocaína. Para esto el sujeto (y sus cómplices chilenos) tenían una serie de productosy químicos usados,” se fue de lengua el capitán Manolo Gómez.

Luego de rochar el laboratorio, los verdes sacaron de circulación 19 kilates de pasta base de cocaína, equivalentes a más de 95 mil dosis avaluadas en cerca de 100 millones de pesos. También pillaron varias dosis de marihuana,  19 litros de ácido muriático y otros poderosos químicos.

Aunque el boli juró que él era el clon sudamericano de Keanu Reeves en “Punto de Quiebre”, se supo  que con suerte sabe nadar en la bañera. Eso sí, el compadre es un capo en química, por lo que su labor era “cocinar” la droga en el laboratorio artesa.

En el adrenalínico procedimiento se detuvo también a tres narcos chilensis, los que fueron identificados como Nobe García de 29 años, Jeremías García de 19 años y Jimmy Wastavino, de 30. Todos enfrentarán a la justicia criolla acusados de tráfico de cochiná.