Ni para la más exitosa de sus presentaciones el Tachuela Grande había tenido tanta cámaras en frente. El atao para él es que, esta vez, el payaseo fue en el Centro de Justicia.

Joaquín Gastón Maluenda Quezada (64), el famoso payaso, fue acusado de maltrato animal por la fiscal Orietta Galdames, quien dijo que, en su parcela de La Pintana, las fieras que antes trabajaban en el circo (que ya no tiene animales) estaban para la historia.

Los ligres son mezcla de león con tigre y el imputado tenía ocho. La fiscal citó a cinco veterinarios que los vieron para acusar que en la primera jaula de felinos había un macho con una pata inflamada y una hembra desnutrida. En la segunda encontraron a una hembra desnutrida y ciega con una uña encarnada y prolapso vulvar. En la tercera había un macho cojo y apático, una hembra desnutrida, un macho castrado que caminaba como un autómata y una hembra agresiva.

En la jaula de los monos poto colorado vivían 15 papiones. Según la acusadora, el macho dominante tenía la mano derecha deforme, a la mayoría le faltan dientes y vivían en un espacio insuficiente sin ambientación. De paso, detectaron dos especies con alopecia y otra tuerta.

Los peritos cacharon que el único oso pardo tenía una lesión purulenta en la parte derecha del hocico y que le habían sacado las garras delanteras y los colmillos para que fuera inofensivo. La fiscal agregó que poseía una tina para beber y bañarse con excrementos.

Además acusó que un emu estaba con miedo por maltrato sicológico, y recordó que Maluenda fue condenado el 2013 a una pena remitida como autor de maltrato animal en contra de la elefanta Ramba, la que le fue confiscada y ahora está en un zoológico de Rancagua.

Luego de su exposición,  Galdames pidió que el Tachuela permaneciera en cana mientras dure la investigación que fue fijada en 120 días, pero el tribunal determinó orden de arraigo y firma mensual..

Finalizada la formalización algunos familiares le recomendaron a Maluenda salir por atrás y así evitar a la prensa, pero él les dijo "no, tengo que dar la cara". Y así lo hizo.

"Escuchando a la fiscal me preguntaba, ¿cómo soy tan malo? Hasta me daban ganas de irme preso", ironizó y agregó: "No lloro porque soy hombre, pero me da rabia. Los animales son atendidos por un doctor experto y dos cuidadores, las jaulas cumplen las normas del SAG que realiza un control cada seis meses. Esto es una guerra sucia de los animalistas. En cualquier lugar a los animales le harían eutanasia y yo los cuidaba", agregó.

Sobre el futuro de las fieras dijo que "estoy dispuesto a tirar la toalla y entregarlas para que mis nietos no me vean acusado como un peligro para la sociedad, menos a Teresa, mi regalona (la ligresa ciega).

Luego caminó hasta la explanada que da a la calle y ahí lo recibieron con música un lote de artistas circenses y familiares. Entre ellos estaban los payasos Chascarrito, Salchipapa, Chaparro, Cachivache y Luis Miguel. Todos lloraron de alegría como lo hacen los tonys.