El verano y el calorcito no dan tregua. Y una de las cosas ricas pa' refrescar la garganta profunda es zamparse un rico heladito.

Se puede compartir con la polola, los amigos, la familia e incluso los más osados invitan al jefe después de la pega pa’ ganarse unos días libres.

Y aunque hay de todas las formas, portes y sabores, igual hay que tener ojo con lo que se mete a la boquita, especialmente por la gran cantidad de calorías que algunos aportan.

La nutricionista de Megasalud, July Hes, explica que "un helado de agua tiene el gran beneficio de hidratar, además, es un buen medio para regular la temperatura corporal en forma superficial". 

Enfatiza en que "el de agua es menos calórico pero si, por ejemplo, se quiere que un niño tome leche, el de yogurt es un buen elemento. El helado de crema no se recomienda debido a las altas cantidades de grasas saturadas y trans".

En ese sentido, precisa "que 100 ml. de helado de agua aporta unas 96 kcal, mientras que uno de crema y chocolate sumaría 281 kcal".

Por otro litro, la especialista explica que la diferencia entre tomar un helado comprado y uno preparado en casa, es que "el de mercado viene con una gran cantidad de azúcar y grasas, además de colorantes, espesantes y aditivos, mientras que uno hecho en casa puede contener menos azúcar y cero aditivos".

La profesional de los kilates recomienda mezclar frutas con lácteos descremados, jengibre, cáscaras de naranja o lavanda que ayuda pa'l estrés.