Calle Bandera, en el centro de Conce, y en una vieja edificación de dos pisos y murallas finas se emplaza el humilde motel “La Palmera”, el mismo que en su único portón de acceso cuenta con una aún más humilde advertencia, y que reza: “aquí se acepta Cuenta Rut”.

Como todo boliche dedicado a las artes amatorias, el “cinco letras” penquista trata de pasar piolita entre la multitud, pero la cosa se puso negra durante la tarde del miércoles, ya que un hombrón se anduvo endureciendo más de la cuenta durante el acto sexual.

Según la información proporcionada por la Fiscalía del Biobío, R.C.R., de 56 años, se encontraba en medio de una ardua batalla en el ring de cuatro perillas cuando, según su acompañante, “se cayó de la cama, golpeándose fuertemente la cabeza”.

En otras palabras, el malogrado titán se pegó un porrazo de aquellos, aunque eso no habría sido el detonante de la tragedia.

Según las primeras pericias realizadas por la Brigada de Homicidios de la PDI penquista en el sitio del suceso, R.C.R. (56) tenía problemas al cucharón, por lo que su causa de muerte sería un infarto.

Al parecer, el parroquiano habría soportado tantas emociones en un mismo día, y eso que ni siquiera alcanzó a cachar la cuenta del boliche que, según nuestros avezados informantes, cuesta al rededor de 9 mil pesos por 3 horas de cacheteo intenso.

Tras descartarse preliminarmente la participación de terceras personas en su deceso, el cuerpo de R.C.R. fue derivado hasta el Servicio Médico Legal de Concepción, donde se le realizará la autopsia correspondiente.

Luego de eso, el sociate podrá recibir cristiana sepultura y volar al cielo para jactarse ante el resto de que tuvo una de las muertes más envidiables del último tiempo: con los ojitos blancos y bien acompañado.