Una tacita de té más una luquita en puras chauchas era la recompensa que un par de peques ofrecía a quien diera con información de su pequeña y mordelona tortuga de agua "Tortuguis", la que se escapó desde su acuario. Los chicocos pegaron carteles en todo el barrio para dar con su paradero.

El quelonio pasaba las horas chapoteando feliz en el depa que compartía con sus pequeños dueños, Ignacia (10) y Simón (7), en Provi. Sin embargo la lentitud del bichito no fue impedimento para aventurarse en Santiago.

"Tortuguis se escapó de la pecera porque la tapa que la cubre es muy chica. De ahí caminó hasta el balcón y se tiró desde el segundo piso. Estamos muy tristes", señaló con penita el pequeño Simón a La Cuarta, ayer en la mañana.

Según testigos que vieron el gran escape del animalito, atravesó el parque que hay en el sector de Carlos Antúnez con Alfredo Barros Errázuriz y cruzó la calle mientras los conductores le hacían el quite, incluso algunos automovilistas pararon pa' no atropellarla, hasta que un desconocido la cachó y se la llevó en su toco.

"Ofrecemos una taza de té y mil pesos que juntamos, es todo lo que tenemos. Por favor, queremos recuperar a nuestra 'Tortuguis', la tenemos hace un año y nunca se había escapado", rogaba la peque Ignacia, muy afectada con su pérdida en la misma matina.

Sana y salva

Los hermanitos cruzaron los dedos y la suerte les sonrió, ya que unas horas después un llamado anónimo desde la comuna de La Florida les arregló el día: la taruga apareció cerca del mediodía.

"Estamos muy felices con la noticia, los niños tienen de vuelta a su querida Tortuguis, ahora hay que cuidarla para que no vuelva a escapar", contó con así una sonrisa doña Evelyn Pavón, mami de los niños, al diario pop.

"Las tortugas cuando caminan no paran, es su naturaleza. Su caparazón las protege de golpes como quedó demostrado con la caída desde el segundo piso y, a diferencia de lo que muestran los dibujos animados, la caparazón es parte de su esqueleto, no pueden salir de ella", advirtió Ignacio Idalsoaga, dire del Buin Zoo.

Ahora la pequeña tortuga volvió a zamparse su zanahoria y sus sabrosas lechugas, ante la atenta mirada de la Nachita y el Simón. "Vamos a tener más ojo", chacharearon.