Te contamos de qué se trata la nueva ley de inclusión

Luego de sentir el rechazo y hasta haber sufrido un pequeño trauma en búsqueda de trabajo, Natalia Ramírez (27) pudo encontrar un empleo como telefonista en el call center de la Clínica Dávila.

"Sentí muchas veces discriminación. Por lo mismo, me cerré a buscar trabajo. Tenía el temor que en la entrevista me rechazaran, o que no tuvieran las herramientas para trabajar con una persona en silla de ruedas", contó la mujer a La Cuarta.

La razón de su miedo: Natalia es parapléjica, debido a un maligno tumor que tuvo en su médula espinal a los 8 años y que la dejó en silla de ruedas por el resto de su vida. Eso sí, hace un año y medio que la vida le está sonriendo con este nueva fuente laboral que pudo encontrar.

El 1%

La Ley de Inclusión Laboral en empresas busca contrarrestar historias como la de Natalia Ramírez, que se repiten día a día en nuestro país. Esta norma comienza a regir desde hoy, y obliga a que empresas con más de 100 trabajadores tengan un mínimo de 1% de empleados discapacitados contratados.

Roberto Fantuzzi, empresario y representante de la Asociación de Exportadores de Manufactura de Chile (Asexma), tiene la visión de que el 1% que exige la ley va a obligar a las empresas a tener empleados discapacitados sin pensar en sus reales virtudes.

"Yo soy guatón. Si me pones a correr, lo voy a hacer pésimo. Si me pones en un escritorio, lo puedo hacer un poquito mejor. Lo mismo pasa con los discapacitados. Yo tengo un temor enorme a que, por cumplir la ley, las empresas ubiquen a estas personas en un lugar en el que no rindan lo que ellos son capaces, y se pierda la dignificación del trabajo. Una persona tiene que sentirse útil. Eso es lo principal", dijo Fantuzzi.

La terapeuta de la Universidad de Santiago, Lucía Vivanco, piensa que no se debe contratar a personas con discapacidad a tontas y a locas, sino que antes debe haber un proceso de formación profesional.

"Lo más importante es que esto no genere que vengan personas con discapacidad a trabajar acá porque no es llegar y ponerlas a trabajar. Esto es un proceso tecnificado, en el que hay que evaluar los puestos de trabajo, luego hay que buscar los candidatos. También hay que hacer una inducción al equipo de trabajo que los va a recibir", indicó Vivanco.

Según el Estudio Nacional de la Discapacidad realizado por el INE en 2015, un 20% de la totalidad de los chilenos poseen un grado de discapacidad. La muestra dice que el 8,3% tiene una discapacidad grave.

Formación

Existe una fundación sin fines de lucro que se dedica a reclutar, formar, preparar y buscar empleo en compañías a personas con discapacidad.

Desde su existencia, la fundación Tacal (ver recuadro) tenía que realizar un complejo trabajo buscando que las empresas contrataran a sus estudiantes. Ahora, gracias a la Ley de Inclusión Laboral, son estas las que los buscan a ellos.

"La ley de inclusión es una maravilla. Para abrir puestos nos costaba un mundo. Ahora con la ley ha aumentado en un 400 por ciento la demanda de cargos para personas con discapacidad. De hecho, el cargo de relacionador público en nuestra empresa desapareció", expresó la encargada de comunicaciones de Tacal, Fernanda Trivelli.

Fundación Tacal da una mano

La Fundación Tacal nació en 1985 con el fin de ofrecer espacios laborales en empresas a personas con discapacidad. Esta organización no tiene fines de lucro, y se mantiene con recursos del Estado.

Para ingresar a los beneficios de la fundación Tacal, existe una etapa de postulación previo a los talleres formativos.

La formación de cada persona que acude a la fundación dura entre 3 y 5 meses, para luego posibilitar la opción de postular a algún empleo.

Hoy, en día, existen 400 personas en actividad frecuente en su sede en Adolfo Ibáñez 469, en la comuna de Independencia.

Puntos clave

La Ley 21.015 se aplicará en empresas para personas con discapacidad, o bien aquellas que tengan una pensión de invalidez y necesiten buscar empleo.

La duración de la jornada debe ser la misma que la que tenga cualquier trabajador, es decir, no más de 45 horas semanales y no más de 10 horas diarias.

Si se desvincula a una persona con discapacidad de una empresa, esta debe asegurar que no se violen los derechos o se caiga en la discriminación. La advertencia de los errores deberá ser de manera paulatina mientras la persona esté trabajando ahí, para que en el momento de la desvinculación el trabajador sepa por qué está siendo despedido.

La selección de personal con discapacidad en las empresas debe ser con un derecho de igualdad de oportunidades.

Desde el 1 de abril de 2019, la Ley de Inclusión Laboral regirá para todas las empresas que tengan una cantidad de 100 o más trabajadores.

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