Qué equivocado estaba Miguel Bosé cuando, con ballerinas rosadas y cintillos en el pelo, cantaba en los '80: "Ser tercero no es igual, que llegar en un primer lugar... voy a ganar...". ¡Mentira!

Resulta que en el campeonato de cacho en pareja "Don Juan Castro", que se realizará mañana, el premio al triunfador son 100 lucas y una medalla de oro, el segundo obtiene la mitad de la plata y el tercero tocará el cielo con las manos: Se llevará para la casa una cabecita de chancho virgen y rosado adobada con pebre cuchareado.

Pero eso no es todo, compatriota. Junto con la testa de puerco los ganadores del certamen organizado por el restaurante La Chimenea se podrán comer la cabeza en el velador del motel "El Duende", en una suite a su elección, porque va de yapa un pase libre. Eso sí, el cacheteo lo ponen los premiados.

SUERTE

Juan Castro heredó el boliche de su padre y el amor por las tradiciones. Dijo que "antes los chilenos éramos mucho más cacheros, por eso mantengo el torneo, para que volvamos a la bohemia que se llevó el Golpe de Estado".

Según el organizador la suerte y destreza se conjugan en partes iguales para alcanzar el éxito. Sobre los fanáticos de la movida, Jorge contó que "hay más cacheros que cacheras, pero hace un tiempo he notado que las lolas se están poniendo súper cacheras", explicó, y con cara de chupilca del diablo nos preguntó:

- ¿Sabe lo que es pichula?

- Pero eso no tiene que ver con el Mes de la Patria...

- ¡No sea leso! Pichula es una escala con los dados, como un pistolón es un triunfo por nocaut.

Los interesados en participar aún pueden inscribirse por tres lucas. Los que sólo quieran mirar, también podrán comerse el cuerpo del pobre chancho.

HASTA LAGOS WEBER APRENDERÍA A ZAPATEAR

A pesar que hace dos años Jorge Castro no vio a Ricardo Lagos Weber dar jugo cuando zapateó en la Fonda Oficial del Parque O'Higgins, el compadre encabeza una cruzada para que los chilenos aprendamos a bailar nuestra danza nacional.

En su boliche, ubicado a una cuadra de La Moneda (en Príncipe de Gales 90), los lunes hay clases de cueca brava, que dejan zapateando a los más tiesos hasta por debajo de la lengua.

Para el 18 La Chimenea tendrá una fonda donde los parroquianos podrán chupar con alevosía, jugar cacho con escándalo y comer sin remordimiento. ¡Amén!

S. Foncea M.