El West Ham de Manuel Pellegrini tuvo una fea caída 2-0 ante el Burnley, el colista de la Premier League. Aunque los dirigidos del ingeniero no jugaron a nada en esta ocasión, el club londinense cierra un año más que regular, para un equipo acostumbrado a los fracasos y a no brillar en el torneo local.

Desde la llegada de Manuel Pellegrini a mediados de 2018, las cosas comenzaron a cambiar en el club en el que alguna vez militó Javier Margas tras el Mundial de Francia 1998.

Pellegrini llegó cambiar a este equipo de una zona obrera de Londres. A pesar de marchar 11 en la tabla de posiciones, los aficionados ya han notado un cambio en el juego del equipo, que al menos, es agradable de mirar.

El diario español Marca -que en el paso de Pellegrini como entrenador del Real Madrid no tuvo piedad con el chileno- afirmó que el equipo es muy distinto al del año anterior, cuando lo dirigía David Moyes: "Al West Ham del año pasado le pasaban siempre por encima lejos de su estadio".

Y el análisis del periódico español no está lejano de la realidad ya que se ha notado la firma de Pellegrini en los "hammers". El año pasado, el equipo tenía una posesión del balón muy baja: con el chileno esta aumentó a 50% mientras que con Moyes era de 40%.

La posición en la premier también era distinta. Ahora hay más ambición y pasaron de luchar por el descenso a buscar su participación en alguna copa europea y que los llevó a pelear por el séptimo lugar del torneo hace algunas fechas.

También el plantel ha sufrido un impacto y uno de los más notorios es el de Chicharito Hernández, quien a pesar de marcar los mismo goles que el año pasado, ha mostrado otra actitud en el equipo.

Por algo la dirigencia invirtió más de 100 millones de euros en contrataciones para tener un plantel más competitivo.

La inversión trae sus frutos poco a poco: el año pasado en la fecha 20, el West Ham marchaba 17 con 18 puntos y una diferencia de -16 goles.

Un cambio abismal con los 27 puntos de la temporada actual y la diferencia de -3.