Trussi Seven: nace una estrella

El diseñador e ingeniero mecánico argentino Máximo Trussi coronó un sueño de infancia y fabricó un modelo único en el mundo y que Sábado de La Cuarta corrió en Las Vizcachas.

Este es el sueño de un chico argentino que, mientras crecía, nunca renunció a su pasión tuerca que forjó desde pequeño en el barrio San Isidro de Buenos Aires. Y que se conecta con un deportivo de techo abierto que los ingleses de Lotus Cars fabricaron durante 18 años, desde 1957 hasta mediados de los '70: el Lotus Seven.

En ese recodo de la historia del automóvil se encuentra la inspiración del único -y ya salido de la matriz- Trussi Seven, creado y fabricado por Máximo Trussi, quien tomando su apellido y el del bólido británico dio forma y bautismo a este veloz biplaza que nos hizo latir fuerte el corazón girando en el Centro de Manejo Avanzado, emplazado en el trazado del ex autódromo de Las Vizcachas.

Las condiciones para llevar el proyecto adelante se incubaron en la capital transandina. "Antes de venirme a Santiago ya había trabajado en la construcción de unos autos experimentales, eléctricos y otros deportivos, y cuando vine acá quería armarme uno completo yo mismo. El Seven siempre fue un auto que me gustó, fue fabricado en Argentina y vi que en varios lados había sido replicado así que me puse a trabajar en un chasis común como base, pero a diseñarle las suspensiones y otras partes tal como las quería yo y así fui avanzando en el modelo", cuenta Máximo, al tiempo que proyecta el futuro de su emprendimiento tuerca.

"Desde el principio lo pensé como un auto para fabricarlo en pequeñas series, así que todo lo fui documentando y pensando para poder producir más. Este primero demoró unos dos años y medio, aproximadamente, ya que lo fui haciendo después de las 6 de la tarde, que es cuando salía del trabajo, hasta la noche y podía dedicarle tiempo. Y obviamente los sábados.

"Tuve la ayuda de que me prestaran un espacio en un taller para armarlo y que un matricero amigo me facilitó la matricería para que yo hiciera lo típico que es tornear, fresar, rectificar…".

El sonido de escape y la velocidad que toma en segundos logran una vivencia llena de adrenalina, que se acrecienta por sus particularidades kart, que llevan a sus ocupantes muy cerca del suelo.

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