El verano es sinónimo de arena, sol y playa. Un escenario que la mayoría de los chilenos prefiere. Pero en el último tiempo ha agarrado fuerza uno más verde y alejado de la algarabía de la costa: el turismo rural.

"En mi Granja Interactiva Praderas del Sur producimos leche de cabra, principalmente a través del manejo orgánico y ecológico, manejo de animales amigable. Hacemos tour para que la gente vea cómo trabajamos con degustaciones de productos. Acá puedes descansar y acostarte en la verde pradera, reemplazando la arena de las playas, escuchar el viento y las aves", contó Katrin Runge, junto a sus cabras (en la foto principal).

A nivel país existen alrededor de 1.250 emprendimientos de turismo rural en los que el Instituto de Desarrollo Agropecuario se ha involucrado con financiamiento y perfeccionamiento. De todos estos, el 70% son encabezados por mujeres, como el caso de Lucy Albizú.

"Esta es una microempresa familiar dedicada a producir distintos tipos de frutales y hortalizas. Los visitantes pueden cosechar, principalmente frutillas, las pesan y se las llevan a casa mediante un precio justo. Los niños de la ciudad tienden a pensar que las frutas y verduras crecen en la góndola del supermercado, y es por eso que los invitamos a vivir esta experiencia", contó Albizú a La Cuarta, sobre su Huerto Interactivo El Moro.

Apoyo a emprendedores

El Programa de Turismo Rural fue creado hace 22 años con el objetivo de potenciar el desarrollo de emprendimientos de turismo rural relacionado a la agricultura y poder mejorar la calidad de vida de los pequeños productores agropecuarios.

"El turismo rural es un emprendimiento muy cercano a la naturaleza, donde la gente quiere mostrar una historia, una tradición o una cultura. Estos permiten ofrecer servicios y dar a conocer lo que hacen, generando además un ingreso para sus familias", explicó Carlos Recondo, director nacional de INDAP.

Debido a esto es que se firmó un convenio entre esta última entidad, la subsecretaría de Turismo y Sernatur, mediante el cual se crea una mesa de turismo rural que elaborará un plan de trabajo para la formalización de servicios, fortalecimiento del capital humano, comercialización y promoción de la oferta existente.

"Empezamos con una cabaña y luego fuimos sumando más. En un principio éramos yo y mi marido, pero con el tiempo tuvimos que ir contratando más personas, ya que se nos hizo mucho trabajo. Así pudimos ir ayudando a otros emprendimientos, ya que, por ejemplo, tenemos vecinos y conocidos a los que les compramos la leche, las frutas y verduras para las comidas o para paseos a caballos. Es algo que llena el alma", indicó María Eugenia Reuter del Lodge Cordillera del Sarao, en Fresia.

"Elaboro mis mermeladas y manjares con frutas de la zona y leche de mis vacas. Empecé con una pequeña producción y ahora despacho a varias ciudades del país. Acá la gente puede aprender haciendo", dijo Aída Hettich, la dulce dueña de Sabores de mi Jardín, en la Región de Los Lagos.