Los remedios caseros forman parte de la sabiduría popular y sus orígenes se remontan a la época de la Conquista, cuando comienza la mezcla intercultural entre las medicinas mapuche y española.

Entre los "secretos" más populares, está el "agüita de arroz" para cortar la diarrea, poner un pedazo de carne en los machucones o pasta de dientes para las espinillas.

Sin embargo, pese a que este "saber popular" se ha ido trasmitiendo de generación en generación, la enfermera de la U. Andrés Bello, Vilma Sagua Romero, enseña los riesgos de un mal uso de los remedios caseros.

* Agüita de arroz: "Se le daba a los niños con diarrea, pero ahora se reemplaza con unos sueros compuestos por agua, glucosa y sales minerales semejantes a los que se usan en los hospitales para la administración endovenosa, los que vienen listos o en unos sobres para preparar", comenta la experta.

* Carne en los chichones: Poner un pedazo de carne en caso de golpes, se utilizaba porque las bajas temperaturas lograban disminuir la inflamación y el dolor. Sin embargo, hay que tener ojo si hay heridas en la piel, porque la carne tiene microorganismos que pueden infectar la lesión.

* Cucurucho de papel en el oído: Esta práctica servía para calmar el dolor en la zona afectada, pero Sagua advierte que existe un gran riesgo de provocar quemaduras o retraso en el diagnóstico de una otitis infecciosa, que debe ser tratada con antibióticos, antiinflamatorios y cuidados médicos.

* Pasta de dientes para el acné: Es uno de los remedios más usados para "secar" las espinillas, sobre todo, entre adolescentes. "Los dentífricos producen un resecamiento y un recambio de la piel por irritación. En general, no se recomienda, menos aún si se sospecha de algún cuadro de acné para lo cual la pasta dental no tiene ningún efecto", asegura Vilma Sagua.

* Pepino para las quemaduras: En estos casos, ningún remedio casero es recomendado, porque se corre el riesgo de agravar aún más la lesión. Para ello, es mejor colocar paños húmedos y fríos, beber harto líquido y acudir a un servicio médico.

"Aunque existe una infinidad de medicamentos caseros usados por la población, su mayor peligro radica en el hecho que pueden enmascarar y/o retrasar el diagnóstico médico con resultados que pueden llegar a ser fatales. Algunos remedios caseros pueden usarse como un complemento a la medicina científica una vez realizado un diagnóstico médico, pero nunca como 'remedio para la enfermedad', concluye.