Hay elementos que se convierten en piezas tradicionales de ciertos espacios o lugares, y que con el tiempo van mutando. Por ejemplo, en las aulas escolares de hace décadas, la pizarra de tiza y el libro de clases eran infaltables. Pero así como la primera fue suplida, el turno del segundo también llegó.

Es que con la llegada de "El Libro de Clases Digital", de Papinotas, se demostró que el libro físico puede ser eficientemente reemplazado por uno en línea, que además de resguardar la seguridad que contiene (anotaciones, calificaciones), realiza de manera automática cálculos de promedios y la firma de este de parte de cada uno de los docentes.

Javier Beth, subgerente de producto de Papinotas, detalla que "'El Libro de Clases Digital' funciona igual que el de papel -esto para cumplir con la regulación detallada en la circular Nº 1 de la Superintendencia de Educación-, en él, los colegios podrán configurar todos los horarios de clases de sus cursos, para que los profesores puedan firmar sus leccionarios".

Beth agrega que en este libro virtual los "profes" "pueden registrar la asistencia a cada hora de clase, indicar si existen retiros, ingresos o atrasos. Además de tener registro de calificaciones, este servicio cuenta con un sistema único llamado 'escalador de notas', que tiene por funcionalidad que el académico ingrese los puntajes, y automáticamente se transforman en calificaciones", explicó.

Probado

Actualmente, 16 establecimientos de Chile cuentan con este servicio y han sido testigos de su impacto en cuanto a optimización de tiempos, orden de información y buena recepción de académicos.

Uno de ellos es el Colegio Cristiano Sembradores, que lleva un año utilizando "El Libro de Clases Digital", y que ha visto empíricamente los resultados. "Los profesores tuvieron una muy buena recepción del servicio, ya que desde su implementación, 'El Libro de Clases Digital' les permite a cada uno tener autonomía, firmar las clases, pasar datos y tener control de información, sin tener que molestar a otros académicos por el libro físico", resaltó Oliver Urbina, director del citado establecimiento sureño.

El docente puntualizó que "dos cosas han impactado en la reducción de labores administrativas: ya no es necesario tener la escala de notas, ya que viene incluida, y tener todo en un mismo software, sin tener que pasar toda la información manualmente a otro lado".