La policía civil pilló en San Bernardo a uno de los tres atorrantes que el último fin de semana de abril asesinaron al taxista Sergio Sepúlveda Uribe (56), al tirarlo a una zanja de 10 metros de profundidad, en la comuna de Puente Alto.

El cuma Jorge Antonio Vega Carrillo (26) se encuentra confeso y hoy le formularán cargos por el delito de robo con homicidio.

El jefe de la Brigada de Homicidios (BH) Metropolitana, prefecto Luis Sandoval, descartó cualquier tipo de venganza como móvil del crimen. De esa forma le echó tierra a la versión de que el asesinato del taxista fue encargado por una colectivera de Peñaflor con la que el finado había tenido un altercado callejero en marzo pasado.

Se informó que los pungas mataron al colectivero después de que lo asaltaron y le robaron sus lucas.

Los asesinos tomaron al taxista en Peñaflor, simulando ser pasajeros y, tras amenazarlo de muerte, le chorearon su plata.

Después de asaltarlo lo llevaron al callejón Quitalmahue, en Puente Alto, adonde lo amordazaron y le amarraron los pies y las manos. Enseguida lo arrojaron vivo a una zanja, donde murió debido a los golpes y fracturas que sufrió en diversas partes del cuerpo.

El fiscal Guillermo Adasme señaló que Jorge Vega y sus cómplices actuaron borrachos y drogados.

Incluso después de matar al taxista ocuparon el vehículo durante tres horas para carretear y comprar más licor y falopa.

Luego quemaron el taxi en la comuna de San Bernardo para borrar las huellas. Por lo anterior el fiscal Adasme también le cargará a Vega Carrillo el delito de incendio.

"El detenido participó en la intimidación, en el robo, maniató a la víctima y también presenció el lanzamiento", señaló el fiscal.

Detectives de Homicidios seguían buscando anoche a los otros dos chinches que participaron en el crimen del colectivero.