Parecían poseídos por un sindicato de payasos. Completamente locos. Aleteaban, gritaban, se reían a carcajadas y aplaudían sin motivo alguno.

En un momento hicieron como que se subían a unos autitos chocadores y se empujaron entre ellos.

Después agitaron los brazos como preparando un copete en una coctelera y terminaron tirándose cubos de hielo imaginarios por la espalda.

Pero toda esta parafernalia de orates era parte de una dinámica nueva para los tatitas.

Ayer participaron en una sesión de yoga de la risa donde eliminaron las tensiones y aprovecharon de mover el esqueleto. “Nunca lo había hecho y fue muy entretenido. Incluso anoté en una hoja los ejercicios para hacerlos en la casa”, dijo Ester González, quien participó de la actividad.

¿Pero sirve realmente? Juan Carlos Molina, geriatra del centro médico MEDS, explicó que la risoterapia y el buen humor son fundamentales para llegar a viejitos exitosamente. “Todas estas actividades que modulan la amígdala cerebral (que almacena reacciones emocionales) harán que las personas no tengan tanto colón irritable, tanta sudoración, taquicardia y ayuda al sistema inmunológico. También genera bienestar”, señaló.

La clase de yoga de la risa se realizó en la sede de la Universidad Iberoamericana de Ciencias y Tecnología en el marco del lanzamiento del sitio www.geriatrico.cl.