A Neymar le pican los pies por debutar en el Mundial esta tarde, contra Suiza. Son cuatro años esperando la revancha de lo que ocurrió en su país, cuando una lesión lumbar, sufrida ante Colombia en cuartos de final, lo dejó sin chances en la histórico semifinal contra Alemania.

Por eso se preparó con todo para el torneo ruso. A sus 26 años, siente que está en su mejor momento, y es ahora cuando quiere levantar la copa que a Brasil le ha sido esquiva desde el 2002. El problema es que jugando por el PSG tuvo un problema en su tobillo derecho, que lo llevó al quirófano. Y aunque ha pasado tiempo de eso, todavía no logra su mejor forma.

"Neymar no está al cien por cien", señaló Tite, el entrenador brasileño, en la previa del encuentro ante Suiza encendiendo las alarmas. Claro que trató de poner paños fríos sosteniendo que "es un privilegiado físicamente. El sprint que tiene es impresionante, a pesar de que todavía no está en plenitud".

Confianza

En todo caso, sabe que no tiene para qué complicarse, porque a diferencia de Argentina -donde Sampaoli piensa que todo lo tiene que hacer Messi- sabe que todos pueden sacar la cara por el Scratch.

"Somos un equipo fuerte, competitivo, con una idea de juego definida, con calidad técnica colectiva e individual y un aspirante a ganar el Mundial. En el debut, es importante estar mentalmente fuertes", indicó Tite.

La ventaja que tiene el seleccionador brasuca es que todos los jugadores le creen su discurso. Su llegada, hace más de dos años, trajo puras cosas positivas para un equipo que estaba hundido de la mano de Dunga.

"Tite cambió por completo a la selección. Ahora todo es mucho más fácil y entendemos muy bien su método", confesó Marcelo, el lateral izquierdo que será titular esta tarde en Rostov del Don y además será el capitán. "Claro que me gustará eso, representar a tu país es algo con lo que sueñas desde niño y portar la jineta no tiene precio", añadió.