Entre pelambres y acusaciones variopintas y malaleche, Arturo Vidal ha tratado de mantener -como dice él- el foco de concentración en "un 1000%" para la defensa del bicampeonato de América. Claro que eso no ha sido fácil, menos ahora, que una nueva distracción externa lo saca del trabajo deportivo: a su hijo Alonso lo amenazaron de muerte de manera brutal.

Fue María Teresa Matus, la madre del popular "Monito", quien funó en redes sociales a un descriteriado que por mensaje directo de Instagram trató de pasarse de listo con el menor. "¡Ayúdenme a denunciar este instagram por amenazas a mi hijo! ¡Con mi hijo, no!", avisó Marité, quien acompañó sus publicaciones con pantallazos de las amenazas.

"Sapo ctm, te voy a matar. 'Tái vivo ql, ¡iré a tu casa a la medianoche y te cortaré la cabeza, sapo ctm!", se lee en las capturas. A eso, Marité añadió otra información: el nombre del agresor y la cuenta de Instagram desde donde se produjo el ataque, @sebaxd1, la que hoy no existe.

"Tengo hasta el celular del tipo, no saca nada con borrar su instagram", cuenta a La Cuarta, desde Barcelona, María Teresa Matus, quien fue la que descubrió este contenido en la cuenta de "Monito", quien afortunadamente no se topó de frente con estos crudos mensajes. "Yo manejo sus cuentas, así que él no vio nada, por suerte", dice la mamá del ganador del Copihue a Mejor YouTuber 2018.

A pagar.

En vez de dejar pasar todo esto como una mala anécdota, María Teresa y el "Rey" decidieron actuar de forma enérgica. "No puede ser que esto haya pasado y que le pueda pasar a más niños, por eso hicimos la denuncia en PDI", cuenta Marité, sobre el trámite que el mismo Arturo Vidal encargó a sus familiares en Chile.

"Tenemos todos los datos del tipo, que la Justicia haga lo suyo ahora. Si hay más niños que hayan sido víctimas del asedio de este hombre, que sus padres lo denuncien también", agregó Matus desde la ciudad condal.

En el OS9 aclaran que las amenazas son súper frecuentes

En los tiempos que corren, las amenazas de todo tipo, además del acoso y la pornografía infantil, entre lo más grave, son pan de cada día. Y aunque no se pueden precisar cifras de la cantidad de estas, el capitán Gabriel Bustamante, del OS9 de Carabineros, estima que "las amenazas son más frecuentes de lo que la gente cree".

Eso sí, el policía advierte que aparte de diferenciar entre un insulto y una amenaza, pues sólo esta última es perseguible por las policías y el ministerio público, "lo importante es que quien denuncie acompañe la mayor cantidad de datos posibles", partiendo por el medio donde recibió la amenaza.

"Los ciberdelincuentes hoy son más hábiles y, por ejemplo, han aprendido a disfrazar la IP", agrega el capitán Bustamante, lo que es fundamental para rastrear desde donde se produjo el ilícito.