El actual jugador de Copiapó respondió a las palabras de David Escalante, quien dejó entrever que hubo un arreglo en la final de la liguilla del ascenso entre Cobreloa y Copiapó del año 2022. En aquel partido, defendiendo a los loínos, Ríos fue expulsado.
La polémica en el fútbol chileno no se apaga luego de que David Escalante acusara públicamente a su excompañero en Cobreloa, Axl Ríos, de ser uno de los participantes en el amaño del partido clave de la final por el ascenso a la Primera Divisón.
Según las palabras de Escalante, Ríos se hizo expulsar en el partido crucial de la liguilla entre Cobreloa y Copiapó, insinuando un posible arreglo. En ese importante partido que cerró la temporada 2022 de la Primera B, Cobreloa cayó estrepitosamente de local por 5 a 0.
Con lo anterior en cuenta, y ahora, en conversación con Redgol, Ríos negó las acusaciones, afirmando que son infundadas y que tiene pruebas que respaldan su inocencia. Más aún, calificó la situación de “puros cahuines”.
“Me están ensuciando. Me han tratado la peor forma después de la declaración de David Escalante. Nada es cierto, me están acusando de algo que nunca se hizo”, afirmó Ríos. “Hablan de su versión y nadie escucha la mía. Están hablando cosas que no son y tengo pruebas de eso. Me acusaron de tener un acuerdo previo con Copiapó y eso es mentira”, recalcó el ahora jugador de Copiapó.
Pese a lo anterior, lo más llamativo es que Ríos confirmó que algunos compañeros sí participan en apuestas, algo que está prohibido en el fútbol profesional.
“Había compañeros que hacían apuestas, pero eso es algo que yo nunca he hecho. Por lo menos en Copiapó no me han dicho nada y no sé si estarán enterado”, reveló.
Las apuestas en línea no se encuentran prohibidas por la legislación chilena, así como su publicidad, pero la situación ha generado diversos problemas para la ANFP. De hecho, Pablo Milad, presidente del ente rector del fútbol chileno, tuvo que exponer al respecto ante la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados.
En esa línea, la ANFP tiene acceso al sistema de detección de fraudes de la FIFA, el cual busca “identificar y analizar comportamientos o patrones que podrían resultar sospechosos en competencias nacionales e internacionales”.
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