Doce años pasaron para que Brasil vuelva a estar en una final. Doce años en donde el rival al que vencieron en esa definición de Copa América 2007, también fue Argentina, que anoche batalló ante la escuadra de Tite, que tuvo la inteligencia y la virtud de concretar en los momentos oportunos.

El comienzo no fue fácil. Brasil fue ahogado por los che, y recién encontró espacios tras una tremenda jugada colectiva de Dani Alves, Roberto Firmino y Gabriel Jesús, quien finiquitó en plena área chica ante la displicencia albiceleste.

Argentina luchó.

Mionel Messi no aparecía en la cancha, pero el corazón del Sergio Agüero y Lautaro Martínez intentaban sacar a flote a los trasandinos. Es más, tuvo un travesaño tras un cabezazo del "Kun", pero se fue en cero al descanso.

Lionel Scaloni mandó hacia adelante al equipo. Messi comenzó a aparecer de a poco, y casi empata con un tiro libre que iba al ángulo, pero Allison la descolgó de forma tremenda.

Brasil esperaba sigiloso su momento y llegó en una jugada polémica donde los argentinos se quedaron reclamando una falta en el área sobre Agüero, el rápido contragolpe lo comandó Gabriel Jesús que se llevó en carrera a toda la defensa y cuando entró al área le devolvió la gentileza a Firmino para que desatara la fiesta en Belo Horizonte.

De ahí en más, todo fue descontrol en Argentina. La rabia hizo que los pupilos de Scaloni comenzaran a abusar de la pierna fuerte, y para peor, se quedaron con la bala pasada por un penal no cobrado a Nicolás Otamendi sobre 80'.

El "Scratch" sin brillar se dedicó a tocar mientras bajan los "olé, olé" del Mineirao, esperando en la final por Chile o Perú.

Dani Alves, capitán brasuca, comentó que "fue un partido duro, disputado como todos los clásicos. Hemos estado muy concentrados porque sabíamos de las cualidades de Argentina. Estamos muy contentos"