Era el día de la presentación a los hinchas del flamante y renovado estadio Nicolás Chahuán. El viernes pasado, era también la jornada en que se desataría la guerra entre los hinchas de Unión La Calera y la dirigencia.

Todo comenzó con la presentación de la nueva camiseta y junto con ella, la nueva insignia cementera. Este detallito no causó nada de gracia en los aficionados, sobre todo en los de La Banda Cementera, ya que según ellos "no había razones para cambiar la insignia".

Y así fue como la sangre llegó al río. A través de Twitter se ha tapizado de insultos a los nuevos dirigentes que compraron el equipo del alma de Sergio Jadue y los fanáticos más talibanes amenazan con una guerra santa. "Nosotros le advertimos a la dirigencia que los hinchas no iban a aceptar este cambio", dijo Franco Monasterio, líder de la barra calerana.

Mano de gato

El pataleo es por el cambio radical que sufrió el escudo, con el cual se identificaba al club y a la ciudad desde el 54', justo cuando el cuadro cementero se alista a jugar la Sudamericana, el primer torneo internacional de su historia.

En un ultimatum, los aficionados esperarán a que los dueños del club echen pie atrás a la polémica decisión y devuelvan a la camiseta su antigua insignia, lo que para ellos es la única solución.

El plazo es hasta mañana, día en que se presentará a la nueva gerenta del club. "Tenemos varias ideas si es que no se hace lo que pedimos, como hacer protestas fuera de la sede, llamar a la gente a que no compre camisetas, o que no se abonen", advirtió Monasterio, quien agregó que "como a nadie representa esta insignia, nadie va a comprar los productos que la tengan".

La directiva, por su parte, no ha querido referirse al tema y esperará el evento del viernes para comunicar la solución, que se espera sea a favor de la historia de Unión La Calera.