Quizás han sido los días más complejos que ha tenido Ronaldinho Gaúcho desde que se retiró del fútbol.

Luego de quedar detenido en Paraguay por ingresar con un pasaporte trucho, terminó en un escándalo más de los que ha sufrido fuera de las canchas.

Pese a eso, no todo es tan malo. Más aún cuando de fútbol se trata. Claro, porque tuvo la desfachatez de participar de un torneo de presos, que se realizó en la Agrupación Especializada, donde se encuentra.

En un principio el brasileño no quería jugar por no tener calzado, pero llegó el guardia y le brindó unas zapatillas para derribar las excusas.

Tuvo la fortuna de que un ex presidente de Sportivo Luqeño, Fernando González, detenido por fraude, lo "fichara" para el gran partido en su regreso al balompié.

Con bailes, lujos y joyas de un buen fútbol, como en los mejores tiempos, el 10 volvió a ser figura, coronándose en el campeonato de los internos.

El resultado: campeón del torneo, donde su equipo ganó por 11 goles contra 2, con cinco anotaciones y seis asistencias de "Dinho", siendo el desequilibrante de la pichanga.

Videos, selfies con policías y reclusos, más un gol al estilo Ronaldinho, fueron solo algunas de las anécdotas que marcaron la ansiada maravilla de vuelta a las canchas.

Hasta el mismísimo Nelson "Pipino" Cuevas, ex jugador de la "U", se dio el lujo de fotografiarse con el astro brasileño al llegar a acompañarlo.

Pero no fue solo eso, la mirada se la robó cuando al coronarse, recibió doble premio: el trofeo de campeón y un lechón de 16 kilos, entregado y repartido a los vencedores del juego. Animal que fue cocinado y se lo devoraron el mismo día.

Sin duda fue uno de los momentos más inolvidables no solo para los reclusos, sino para "Dinho" que sumó un trofeo más a la Champions, Libertadores, Copa del Mundo, Copa América, el Balón de Oro que tiene.