El 24 de septiembre 1979, en San Sebastián, España, nació Beñat San José Gil.

Lo que nadie se imaginó en ese entonces, es que 39 años después y "al otro lado del charco" (el océano Atlántico), el técnico hispano rompería una "maldición" que duró un cuarto de siglo.

Es que el nuevo monarca del fútbol chileno marcó un hito con la estrella que bajó ayer, ya que es el primer estratega europeo que logró conquistar el torneo nacional, desde que el croata Mirko Jozic dio la vuelta olímpica con Colo Colo en 1993.

Sí, sabemos lo que usted está pensando. Sobre todo si es hincha de la franja. Juan Antonio Pizzi también terminó primero con la Cato el 2010, sin embargo, "Macanudo" nació en Argentina y luego obtuvo la nacionalidad española.

Por eso es que San José se lleva todo el mérito. Premio que no fue fácil de conseguir, pero que desde que firmó por la entidad de Las Condes prometió buscar con ahínco.

Es que el estratega pepe sabía que en Chile podría consagrar su carrera. La misma que partió en el 2008 en las divisiones inferiores del Real Sociedad. Trabajo que lo puso en la mira de la liga más millonaria del mundo y que lo reclutó en el 2012 para que se hiciera cargo del Al-Ittihad y luego continuara en el Al- Ettifaq hasta el 2015.

Fue entonces, cuando los dirigentes de Deportes Antofagasta lo tentaron para venir a nuestro país y asumir el desafío de salvarlos del descenso. Objetivo que logró con creces, pues los "Pumas" mantuvieron la categoría y alcanzaron un séptimo puesto en la tabla de posiciones.

Fue entonces, cuando Beñat sintió que debería asumir un nuevo desafío y con una emotiva carta, se despidió del equipo nortino.

Nadie lo podía creer. Le habían ofrecido renovarle y los jugadores le tenían una fe ciega, no obstante, el vasco emigró al Bolívar.

Tras un año de pelea, la gloria llegaría por partida doble en el 2017, pues conquistó el Apertura y el Clausura con el equipo celeste y nuevamente el mercado chileno lo tentó.

Claro que esta vez era uno de los equipos grandes. Era la 'Cato' la que quería sus servicios y con sólo tres derrotas, diez empates y 17 triunfos pasó a la historia de los estudiantiles.

Y también a los anales del fútbol criollo, pues igualó a Jozic en lo local y ahora puede ir por lo internacional.