Tal como se esperaba, las finales de la NBA están al rojo vivo. Por ahora, Boston Celtics se impone por 2-1 ante Golden State Warriors.

Eso sí, más allá del partido en sí, lo que hizo polémica luego del tercer partido de la serie, que se jugó en Boston, ocurrió antes de que los jugadores salieran a la cancha.

Así nomás, pues en la previa del duelo, el equipo visitante se dio cuenta de un particular detalle: uno de los aros estaba más alto que el otro.

La situación fue advertida por uno de los entrenadores asistentes del team de California. Por lo mismo, le pegó el grito a algunos jugadores para confirmar su teoría. Acto seguido, todos coincidieron con su opinión.

De hecho, no la pensaron dos veces y contactaron a las autoridades a cargo del partido para que le echaran un ojo y midieran la canasta.

Y estaban en lo cierto, pues luego de hacer las pruebas, se determinó que el por estaba cinco centímetros por encima de lo que establece el reglamento.

Cabe recordar que dicha situación también fue advertida por los jugadores de Golden State. Por ejemplo, Gary Payton II se quedó en el calentamiento que no podía calibrar sus lanzamientos.

Eso sí, quien le puso paños fríos a la situación fue Steve Kerr, entrenador de los Warriors. “Suele pasar cada tanto. Los jugadores tienen un ojo muy fino, siempre se dan cuenta”, dijo para calmar los ánimos y restarle gravedad a la polémica.

La acusación de Golden State Warriors