El fútbol sudamericano está plagado de momentos curiosos, los que ya se han vuelto parte de la idiosincrasia del balompié continental. Peleas, burlas, cánticos, y rivalidades son solo algunos de los condimentos que hacen especial el deporte en el hemisferio sur.

Uno de esos tantos incidentes que dan la vuelta al mundo ocurrió el 6 de septiembre del 2016, en un partido entre Ecuador y Chile por las Eliminatorias camino a Rusia 2018, donde la figura de La Tri, Enner Valencia, se vio envuelto en un confuso momento que terminó con la policía corriendo detrás de una ambulancia.

Por aquel entonces, Juan Antonio Pizzi estaba al mando de La Roja, con la misión de sumar puntos en las Clasificatorias al Mundial, por lo que viajaron a Quito para medirse a ante una fuerte selección de Ecuador, quienes no solo pasaban por un buen momento deportivo, sino que además estaban lidiando con problemas de conducta de algunos jugadores.

Un escape de película

En la previa al duelo, Enner Valencia, máxima estrella y referente en el ataque de ese momento, recibió una notificación judicial que complicaba su participación en el partido contra Chile.

Cuando el entonces delantero del Everton de Inglaterra estaba en la concentración, llegó hasta los entrenamientos de la selección el abogado de su ex pareja, Paul Marín, portando una orden de detención en contra del capitán de La Tri, por el no pago de pensión de alimentos de su hija mayor.

Se le acusaba de mantener una deuda de 17.134 dólares, por lo que la madre de la menor, Sinthyia Pinargote, exigía que el futbolista respondiera ante la justicia. Fue así como la policía llegó hasta el recinto deportivo para llevárselo, complicando las cosas para el entrenador del conjunto ecuatoriano, Gustavo Quinteros.

Sin embargo, en un trabajo conjunto de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), compañeros y cuerpo técnico, se las arreglaron para evitar que agentes se llevaran a la máxima figura del plantel, y repitieron la hazaña al momento de salir del recinto en dirección al partido contra La Roja.

“Es lamentable que ciertos miembros de la Policía no hayan colaborado con la detención del futbolista Enner Valencia, para dar cumplimiento de una orden judicial por juicio de alimentos con una deuda de 17.000 dólares”, lamentaba Marín ante la prensa, según recuerda Marca.

A la entrada del Estadio Atahualpa, miembros de la policía esperaban al bus de la selección ecuatoriana, pero no contaban con que la FEF hizo ingresar al prófugo por un portón lateral, evitando ser capturado.

Solo instantes antes de que arrancara el duelo con Chile, las noticias en torno a Enner Valencia eran dos: estaba prófugo, y sería titular ante los comandados por Pizzi.

Soldado que arranca…

Aquella jornada 8 de las eliminatorias, todo le salió bien a Ecuador. Los dueños de casa golearon 3-0 a La Roja, y cuando quedaban pocos minutos de partido, el prófugo de la justicia debía comenzar su plan de fuga.

Con todos los ojos sobre él y la policía esperando que termine el duelo, en el minuto 82’ Valencia cayó tendido en el césped, sin siquiera haber recibido un golpe. Llevando su mano al pecho, rápidamente la ambulancia hizo ingreso a la cancha, para atenderlo, colocarle oxígeno y subirlo a la camilla.

Gustavo Quinteros mandó a la cancha a Jaime Ayoví para cubrir el puesto del delantero, quien salía del terreno de juego a bordo de un vehículo motorizado, mientras personal de la policía corría a toda marcha para evitar que el imputado huyera una vez más, pero no lo lograron.

Enner fue llevado a un hospital y se mantuvo prófugo un par de horas más, hasta que finalmente enfrentó a la justicia, pero se llevó los tres puntos ante Chile igual.

El caso sirvió para que otros jugadores de La Tri quedaran expuestos por sus deudas de pensión y sorprendió que el atacante del Everton no era el que más adeudaba. El portal Medios Públicos, reveló que otros seleccionados ecuatorianos también estaban en juicio por alimentos.

Juan Carlos Paredes, Renato Ibarra, Pedro Pablo Velasco, Pedro Quiñónez, Miler Bolaños, Michael Arroyo, Daniel Angulo y Cristian Ramírez, estaban en la misma situación, siendo este último el caso más crítico, ya que debía más de 34 mil dólares.

Luego de este escándalo que dio la vuelta al mundo, el jugador usó sus redes sociales para compartir un comunicado en el que entregó sus excusas del caso, señalando que los hechos se entendieron de mala forma.

De partida, señaló que antes de arrancarse de la policía. le pagó 10.000 dólares a su expareja que lo denunció, quien ya no estaba a cargo de su hija. Según señaló, él contaba con la tutela de su hija, pero debido a una serie de vacíos legales, la mujer le seguía exigiendo dinero.

El capitán de La Tri aportó dramáticos detalles del caso señalando: “Se comprobó que la niña era víctima de violencia física y psicológica por parte de la madre, y que los recursos económicos que yo entregaba mensualmente eran destinados para consumos personales de la señora Pinargote, lo cual fue aceptado por ella”.

“Pinargote organizó en días pasados un orquestado show de persecución en mi contra con la única intención de causarme un grave perjuicio en mi imagen como padre responsable”, señaló Valencia en aquella oportunidad.