Paulo Garcés contó la verdad de por qué no se retiró del fútbol

La semana pasada lo llamaron y, como todo entra por la guata, no demoraron mucho en convencerlo. Los cerebros de "El Bajón", el templo del sandwich de Rancagua, decidieron crear el "Halcón Garcés", la última delicia culinaria y obviamente el arquero inspirador fue el miércoles el invitador de honor para inaugurar tan suculento manjar.

Pero mascadas más, mascadas menos, la oportunidad fue también la ocasión justa y necesaria para que Paulo Garcés rompiera su largo silencio monacal, en que el arquero entró después de su salida telúrica de Colo Colo por los errores que muchos aún creen que le costaron el título a Pablo Guede a manos de la "U", en el primer semestre que pasó.

El hoy meta de Antofagasta, que tuvo un digno Torneo de Transición al punto que recién en la última fecha perdió la opción de jugar la Copa Sudamericana, no quiso ahondar en su salida por la ventana de Macul. "Todos saben que mi salida (de Colo Colo) fue bastante tormentosa", reconoció en pocas palabras.

Sin embargo, donde sí ahondó fue en la manera que encontró para salir a flote, al punto que "estuve a punto de retirarme del fútbol hace seis meses, por lo que todos sabemos". Una fórmula que no tuvo que ver ni con sicólogos ni terapias, sino más bien con la maravilla de la tecnología.

"Cuando estoy medio triste, me ponía a ver Youtube y ponía campeón 2013 (el año que dio la vuelta olímpica con O'Higgins). Y todas esas imágenes que pueden salir, los videos guardados, me comenzaron a llenar de energía para luchar día a día y seguir jugando", explicó Garcés, detallando que a la famosa aplicación de los videos le debe que siga jugando a la pelota.

¿De regreso?

A pesar que tiene contrato vigente con los "Pumas" por todo el 2018, el ex golero de la Cato, la "U" y el Cacique se mostró dispuesto a tener una revancha con el "Capo de Provincia", donde no tuvo pelos en reconocer que "logré el mejor título de mi carrera".

De hecho, contra el paredón de las preguntas el "Halcón" admitió que siempre ha estado en su mente volver a Rancagua, "no sé si en 3 ó 5 años más, o tal vez como jugador retirado", pues "esta insitución me dio muchas cosas, me dio valores y construimos un grupo que fue como una familia".

Es que a sus 33 años, Garcés se siente como el vino y no sólo dispuesto a atajar, sino que también a dar más que a recibir, como el Padre Hurtado.

"Viví momento difíciles hace seis meses, pero hoy estoy súper recuperado, mucho más maduro. Se me ve como un jugador más avezado, ayudando a los más jóvenes y eso me motiva. No por un error vas a echar por la borda el sacrificio que he hecho de los 8 años", remató.

La delicia del golero

Que en Rancagua son buenos para el diente, no hay duda. Pero cuando se trata de "El Bajón", la sanguchería que se hizo famosa por crear manjares en honor a las glorias del fútbol de O'Higgins, la cosa se transforma en un verdadero desafío a las tripas.

Pasó con el "Toto Berizzo", la primera creatura de los dioses de la plancha, que fue inventada para homenajear al ex ayudante de Marcelo Bielsa. Imagínense. En un gran pan de frica (redondo, estilo casero) 370 gramos de finos bifes de pollo, cerdo o vacuno; rodajas de tomate; hojas de lechuga; trozos de palmito; queso fundido y una buena cantidad de palta.

Y desde ahora la carta también cuenta con el "Halcón Garcés", la última locura gastronómica de los hermanos Bernardo y Cristián Toledo.

"La verdad es que me llamaron, me comentaron del sándwich, y no dudé en venir. Además, le puse también algunos toques gourmet", recnoció el muso inspirador del empanedado de 800 gramos de sabor. Los ingredientes fueron pedidos por el propio golero: churrasco, tomate, lechuga, palta y cebolla morada.

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