Las cosas nunca estuvieron más negras para Reinaldo Rueda. El técnico colombiano hace rato que se cayó al ácido con el ciudadano de a pie y sabe que si esta noche no vence a Estados Unidos, podría quedar cesante.

"Hay que saber soportar este momento, no es fácil y dependemos de los resultados. Tenemos que confiar que el trabajo y el talento nos haga cambiar el entorno que hay en la Selección", se puso el parche el caleño.

Luego, agregó que "todos los partidos significan un riesgo siendo entrenador. Tenemos que salir a jugar con convicción, con el orden que siempre ha caracterizado a Chile, y asimilando bien tenemos una presión".

Eso sí, Rueda tuvo la humildad para aceptar las críticas por su trabajo. Sobre todo para ese segundo tiempo ante México, donde Chile pareció perder toda la mística que forjó desde la era de Bielsa.

"Uno está expuesto a esto, es el peso de esta distinción, de estar en un cargo tan importante con un grupo tan importante. Entendiendo que hay todo tipo de críticas, no podemos volvernos obstinados, tercos. No soy el dueño de la Selección, yo soy un accidente", sentenció.

Por último, el estratega cafetero clarificó que su gran objetivo con la Roja es llegar a Catar 2022. "La meta grande es clasificar al Mundial. El impacto de no ir a Rusia ha sido traumático en lo mediático y lo social. Te puedes imaginar para los jóvenes que vieron a una Chile ganadora, triunfadora, y el hecho de no aceptar el momento y situaciones como las que estamos viviendo", concluyó.