Tal como se dio a conocer desde un comienzo, Cristóbal Campos enfrenta por estos días una lucha constante para salir adelante tras el brutal accidente de tránsito que protagonizó la madrugada del lunes, el cual conmovió al fútbol chileno.

El portero de San Antonio Unido y formado en la U sufrió inicialmente la amputación parcial de uno de sus pies, el que posteriormente logró ser reimplantado. Sin embargo, ahora enfrentará días y semanas claves.

Por ejemplo, el meta durante las últimas horas fue trasladado desde la ex Postal Central hasta la Clínica Bupa en La Florida, donde deberá continuar con su proceso de recuperación, el que hasta ahora lo ha hecho pasar en reiteradas veces por pabellón.

De hecho, según consigna El Deportivo, el futbolista de 25 años fue sometido a seis operaciones en menos de 48 años: dos el mismo día lunes y cuatro el martes, las que se fueron dividiendo en diferentes especialidades médicas.

En concreto, algunas de ellas fueron para tratar el funcionamiento de la extremidad afectada. Además, cirujanos plásticos también trabajaron con el ex seleccionado chileno en los dos días posteriores al accidente.

Y ahora, según la versión de los especialistas, se vienen meses todavía más complejos para “Campito”.

La recuperación

“Uno puede dividir el proceso de recuperación en dos etapas: la primera es la recuperación anatómica de las estructuras, que básicamente es que los huesos que estén quebrados peguen, los ligamentos que estén rotos logren una buena cicatrización y así sucesivamente. Esta primera fase en general toma tres a cuatro meses, en el mejor de los escenarios”, indica el traumatólogo del Centro de Tobillo y Pie de la Clínica de Los Andes, Felipe Chaparro.

Y sobre la misma, agrega: “la segunda parte es la funcional, la cual no es otra cosa que cada una de las partes recuperen su función y vuelvan a estar de la misma manera que tenían antes de la lesión o lo más cercano a eso”.

De todas formas, el profesional evitó dar plazos exactos y aventurarse sobre si el jugador podrá nuevamente regresar a la actividad.

“En casos óptimos, una lesión de este tipo puede durar cinco meses, seis meses, pero depende mucho de las estructuras que están lesionadas, de su recuperación y de que no existan complicaciones posteriores”, complementó.

Cabe recordar que, hasta ahora, Campos no ha tenido autorización para recibir visitas y sólo lo ha podido ver su madre, quien junto a su padre y hermana lo están acompañando.