Una mala coincidencia dejó en jaque el futuro de Arturo Vidal. "Una jugada fortuita", dijo Jupp Heynckes, DT del Bayern, cuando explicó la operación en la rodilla derecha a la que debió someterse el chileno hace dos semanas, en Augsburgo.

Y es que esa sola prácticamente puede cambiar para siempre la carrera del jugador de 30 años. Según explicó la revista Kicker en su edición de ayer, el mediocampista camina hace dos semanas con una férula para fijar la posición de la rodilla y con el uso permanente de muletas para evitar complicaciones posteriores.

Es más, según la misma publicación germana, el nacido en San Joaquín deberá estar un mes más bajo el mismo tratamiento.

Sin embargo, eso no es lo que más complica a la directiva de Bayern Munich. De no haberse operado, el jugador podría haber puesto fin a su carrera por la lesión rotular, según la misma nota de la revista teutona.

Incertidumbre

Una noticia que cayó como una verdadera bomba en el conjunto bávaro. En la incertidumbre sobre la renovación de su contrato (que termina en junio de 2019), existía una clara opción de poner a Vidal en el próximo mercado de invierno para hacer caja en el presupuesto del campeón de la Bundesliga.

El gigante de Munich esperaba venderlo al menos en 40 millones de dólares cuando se reabriera el libro de pases en Europa, el 1 de julio próximo.

Incluso, existía un interés explícito del Chelsea de Inglaterra para contra con el chileno. Sin embargo, el parte médico y la recuperación del volante no acompañan una inversión millonaria.

Algo similar a lo que ocurrió con el jugador en 2014, cuando Manchester United no compró su pase a Juventus por otra lesión rotular.