Si bien en varios lados ya pelaron que la peli "50 Sombras de Grey" no estaba a la altura del erotismo que se plasma en sus libracos, lo cierto es que igual sus actores se lucen y paran los pelos en algunas de las escenas más hot, que no incluyen ni bolas chinas ni tanto darse con el látigo, según cachó La Cuarta, que vio por adelantado la peli.

Es que la historia de "Christian Grey" y "Anastasia Steele" igual genera cosillas. Y aunque no es la cinta triple X que se esperaba, debido principalmente a que en el libro de E.L. James las descripciones son mucho más candentes, la cinta resume de buena manera la relación entre el dominante "Grey" y la sumisa "Steele", un punto a favor para las fans, que han esperado con locura la adaptación del texto a la pantalla grande.

Además, la actuación de la estupenda Dakota Johnson y del guapetón Jamie Dornan resulta de lo más creíble. Ella se luce como la chiquilla pollo que no mata una mosca, insegura, frágil, y él como el millonario atormentado y sádico, con demasiados secretos que ocultar.

La parejita funciona de lo más bien en pantalla. Y uno le cree todo a ella, desde cuando se deslumbra con el chiquillo apenas lo conoce, hasta cuando le ruega más cariño y menos golpes, más romanticismo y menos masoquismo.

El contenido sentimental es el que más destaca en un filme donde se esperaba más sexo duro y escenas que dejaran un poquitín más perturbardos.

Es que hasta los protagonistas la vendieron así, confesando que tenían incluso pudor de que sus familias vieran el filme. Sin embargo, los casi veinte minutos de escenas eróticas son más bien suaves y cuidadas, alejadas del relato más sórdido de los libros, donde hay muchos más juguetes sexuales en escena.

Y aunque igual se muestra a "Anastasia" siendo palmoteada, amarrada y sometida, lo cierto es que prima más el cómo ella va descubriendo los extraños gustos de su galancete y asombrándose con su propia capacidad de entrar en el jueguito que le proponen, además de la eterna manía femenina por querer cambiar a un hombre que viene medio fallado de fábrica.

Por eso, si le gustan las historias románticas y clásicas del chico malo con la chica media pava, vaya a verla de todas maneras, ya que se terminará enganchando y entreteniendo con las más de dos horas que se le pasarán volando.

Si en cambio lo que espera es ir a ver una cinta que lo deje en llamas, listoca pa' entregarse a los placeres de la carne o llena de imágenes explícitas, mejor que no espere tanto. Puede que se motive un poco, tanto como podría hacerlo con cualquiera de esas cintas que dan bien tarde en el cable, pero que al final se de cuenta de que toda la promoción fue mucho ruido y pocazas nueces.

Un “Grey” para lanzarle los churrines

Jamie Dornan no fue el primer elegido para hacer del multimillonario “Grey”, pero el actor se tomó de lo más en serio su papel, yendo incluso a lugares sado para ver y tomar nota. Finalmente, su interpretación convence e inevitablemente las guachas se enamoran de su caballerosidad, de la magia con la que va conquistando a “Anastasi”a (le regala desde un compu a un auto, la lleva a volar en helicóptero, en aeroplano) y de su atormentado pasado que le impide expresar amor. Dan puras ganas de apapacharlo.

“Anastasia” brilla por sí sola

Pese a ser la más pudorosa y enrollada tras filmar la cinta y aunque no quería que sus papás la vieran e incluso confesó que aún no entendía por qué había aceptado, lo cierto es que Dakota Johnson encaja perfectamente en el papel de damisela frágil y dulce que va empoderándose. “Todo un hallazgo”, según consignaron los críticos del New York Daily News, quienes además alabaron su compromiso con la peli.

La música envuelve todo

Desde Frank Sinatra a Annie Lennox, pasando por Rolling Stones y Beyoncé. De todo tiene la envolvente banda sonora de la cinta, música que ayuda a crear atmósferas y dilucidar emociones, y que se queda pegada en la cabeza tras salir del cine. Notables son las canciones de Beyoncé: una nueva versión de “Crazy in Love”, mucho más lenta y sensual, y “Haunted”, su último hit.

Entre tanto látigo igual se ríen

Otro de los puntos llamativos es el humor. En varias escenas “Anastasia” y “Christian” logran que el público se ría, ya sea por alguna situación, como cuando ella lo ve por primera vez semi desnudo, o algunos diálogos que le dan el toque chistosillo a la atormentada historia de amor de los protagonistas.