La maniquí brasileña Mariana Bridi no aguantó más y ayer falleció víctima de una septicemia fulminante. La chiquilla, de tan sólo 20 primaveras, se encontraba luchando por su vida desde principios de enero en un hospital de Serra, en el estado de Espíritu Santo, Brasil.

El fatal destino de la maniquí comenzó a escribirse cuando el 30 de diciembre del año pasado le detectaron una simple infección urinaria. Sin embargo, a medida que pasaron los días la cosa se puso color de hormiga y la enfermedad causada por la bacteria Pseudomona aeroginosa, le provocó a Mariana una septicemia que a los pocos días de ser detectada obligó a los doctores a amputarle las manos y los pies, ya que había perdido la circulación de dichas extremidades.

Finalmente, y a pesar de que los doc se la jugaron por la chiquilla removiéndole los riñones y quitándole parte del estómago para tratar de mejorarla, la enfermedad terminó empeorando el estado de salud de la bella carioca hasta quitarle la vida.

UNA PENA

La minurri, seca pa' la samba, era dueña de un escultural físico, carita de ángel y aventuraba una prominente carrera en el mundillo de las pasarelas. De hecho, había sido finalista del concurso para seleccionar a la representante de Brasil a Miss Mundo en dos oportunidades. Sin duda, este penoso caso que dio la vuelta la mundo quedará en la memoria de la barra  debido a la crueldad de la enfermedad y a la repidez con la que actuó.

Ma. José Marilao M.