La maniquí y actriz brasileña, Giselle Bundchen, recibió el medio regalito de Navidad y tuvo la mansa Nochebuena. Y es que su romanticona pareja Tom Brady, tuvo la grandiosa idea de pedirle matrimonio en un viajecito en jet que se pegaron el pasado 24 de diciembre.

Tom, jugador de fútbol americano de los New England Patriots, se la jugó y, mientras se las emplumaban desde Nueva Jersey a Boston, pidió la manopla de la minurri a los padres de la chiquilla que también viajaban en el avión.

De hecho, según los ágiles del sitio TMZ, el galancete se fue a la segura y dejó loquita a la muchacha que le dio el sí de una, al ver las 48 rosas blancas y la champaña que tenía preparadas para la ocasión.